Cultura

Luvina descifra la Felicidad

Es el tema de la edición 68 de la revista literaria editada por la Universidad de Guadalajara

GUADALAJARA, JALISCO (10/SEP/2012).- Hay versos que se valen de la contradicción para generar placer. Plenitud en dos ideas opositoras. Así lo demuestra La muerte, uno de los poemas del italiano Tonino Guerra con que abre la edición 68 de la revista Luvina. Compuesto por dos estrofas antitéticas: la primera que nos habla de cómo la muerte nos puede hacer "morir de miedo", mientras la otra nos revela el último aliento ideal de la voz narrativa; la imagen poética de morir en invierno. Porque hasta en la pérdida de la vida se encuentra la felicidad.

Y es que es la Felicidad el tema que atañe esta entrega de la publicación literaria editada por la Universidad de Guadalajara. Por ello, textos del capitalino Vicente Quirarte, la tapatía Adriana Díaz Enciso y el montrealés Jean-Marc Desgent, entre otros, diseccionan el concepto para desentrañar el sentido de esta palabra para cada autor. O su contraparte, el sufrimiento, para que el lector encuentre en la catarsis el verdadero sentido de la felicidad.

Tomando en cuenta el poema Felices los felices, tal parece que para Ángel Ortuño la felicidad yace en las nimiedades insectiles. El dolor que causa una mordedura de hormiga, el sentirlas vagabundas sobre la piel: recuerdo de que en lo menos pensado se descubre la vida. Saciarse con los instantes de apreciación detallada del mundo cotidiano.

Por otro lado, Ana Clavel ofrece una prosa sobre lo inusitado. De cómo algo inesperado, como el encuentro con un trivial globo azul, puede hacer de la rutina un mundo feliz. Un cuento donde la narradora hace de la esfera inflada un reflejo de sí misma para hablar de esa sexualidad que le hierve dentro. Perfecto ejemplo de la cualidad de esta autora que destaca por hablar sin reservas del instinto sexual en contextos subversivos.

La literatura mexicana conoció la felicidad a través de novelas como La región más transparente, La muerte de Artemio Cruz, Terra nostra o cuentos como Chac Mool, por ello no parece aventurado que se le dedique un homenaje a Carlos Fuentes en este número. "Era un hombre, en todo, desbordante, generoso y, al mismo tiempo, rigurosamente disciplinado para poder realizar [...] la vasta obra [...] que nos ha dejado", así lo define José Miguel Oviedo en su escrito a forma de obituario.

Además el número se complementa con los Retratos existencialistas (Existencial Portraits) de George Condo que desfiguran a los protagonistas de la vida diaria (el carnicero, el pescador, el corredor de bolsa o hasta un cura gritón), para definir a la "comunidad donde el respeto también es una mueca", como califica Dolores Garnica al sentido detrás de los rostros grotescos de la pintura del oriundo de Nueva Hampshire. Entre verso, prosa y artes plásticas, Luvina ofrece su contenido para develar ante el lector una nueva concepción de la Felicidad.

EL INFORMADOR / RUBÉN GIL
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