Cultura
Luigi Amara y su reflexionar sobre el museo
El ensayista y poeta presenta su libro ''Una caja adentro de una caja adentro de una caja''
El encargado de abrir la noche fue Daniel Guzmán, quien presentó un breve video del comienzo de La Galería Nocturna, famosa serie de televisión. Guzmán comentó que conoció el programa desde niño, y que fue su primera experiencia como museo: un umbral para narrar historias, en este caso de terror y misterio.
Posteriormente relacionó la galería con el texto y la evolución que tiene el libro de Amara, como una caminata y una experiencia estética ampliada: «El libro es fresco: es una caminata muy sincera, con mucho humor», apuntó, además de asegurar que la experiencia estética es una experiencia humana.
El siguiente en tomar la voz fue el monero, Jis, quien bromeó desde el principio de su intervención: «No sé por qué me invitó Luigi Amara», dijo, pero durante la lectura del breve libro Jis se dio cuenta de que sí tenía mucho que ver con sus intereses. Sumado a ello, «Es un amigo relativamente nuevo, todavía estamos en la etapa de quedar bien».
Jis agradeció el formato de los aforismos: «Porque soy un mal lector, damnificado de la generación zapping», continuó con su buen humor. Más tarde se refirió a su padre, Federico Solórzano Barreto. Quien fuera director del Museo Regional, apuntó su hijo, tuvo más que una vocación científica, la de almacenista, al ser un obsesivo coleccionista de todo lo que fuera posible: fósiles, ramas, piedras, cartas y un largo etcétera.
Incluso, comentó Jis, la simple colección de cajas donde guardaba las cosas es en sí una colección digna de exponerse. Por ello, «al ver el libro me sentí hermanado», confesó.
En su opinión, la labor museística y de almacenista es una manera de poner en orden «el remolino que es la vida», pero sin perder lo fragmentario y la brevedad, como el libro mismo que se presentó. En ese sentido, Amara apuntó que quiso hacer un ensayo fragmentario, cuyas partes funcionaran de manera independiente, igual a como funciona un museo en donde las piezas son autónomas, pero hay una curaduría.
Sumado a esas coincidencias entre los argumentos, Jis sugirió y Luigi confirmó ese carácter ambiguo del texto, que es a su vez un elogio pero una crítica del museo: ¿una pieza de arte es arte porque está guardada en un receptáculo para obras de arte?
Amara compartió la conocida anécdota del violinista Joshua Bell tocando en los pasillos del metro de Nueva York, luego de haber dado un concierto con los costosos boletos agotados: en el metro pocos reconocieron el valor de la interpretación que estaba ofreciendo, y en todo su concierto subterráneo ni siquiera colectó los dólares necesarios para pagar la entrada de un boleto en uno de sus conciertos habituales.
Esto dio pie a que los presentadores abundaran en el arte contemporáneo, con sus crítica. Además, charlaron de la masificación o democratización de otras manifestaciones artísticas, como la fotografía: Amara compartió que recientemente hojeaba un álbum de fotos, ya viejo, en el que advirtió que todos los retratos eran de días especiales (cumpleaños, graduaciones, etc.). Ahora las fotografías son cotidianas, en parte por la diferencia de costos, pero ello provoca que ya todo sea fotografiable y al instante se publique en redes sociales como Instagram.
Jis propuso darle la vuelta a esa masificación, pues genera de nuevo una pérdida de la curaduría: se refirió a un probable museo del gif, surgido de su muro de Facebook en el que pululan los breves clips de carácter creativo (y a veces erótico).
El argumento de Jis fue que entre tanta interacción se llegan a perder de vista las cosas valiosas. Una frase contundente a ese respecto la dijo Luigi Amara: «Todo lo que está fuera de lo señalado como importante corre el riesgo de pasar inadvertido. El libro es una reflexión de eso».
TOMA NOTA
Luigi Amara también presentará su libro Nu)n(ca, junto con Luis Jorge Boone en la Feria Internacional del Libro, sábado 28 de noviembre, en el Salón Juan José Arreola, 18:00.
EL INFORMADOR / JORGE PÉREZ
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