Cultura
Los trazos del humor
Bulmaro Castellanos Loza, mejor conocido como “Magú”
Magú nació en San Miguel el Alto, Jalisco. Estudiaba la carrera de Derecho y trabajaba como cajero en un banco cuando ganó un concurso nacional que le dio la posibilidad de iniciarse como caricaturista en un diario. Desde entonces, ha trabajado en distintos medios y colaborado como fundador de publicaciones nacionales, entre las cuales destacan Proceso y Unomásuno. En 1982, sus “monos malhechos” fueron merecedores del Premio Nacional de Periodismo en la categoría de caricatura política.
— ¿Quién es Bulmaro Castellanos?
— Un afortunado hombre de este mundo que gracias al dibujo se burla de la maldición esa de obtener el pan (la leche, las pantallas de plasma y otras cosas) con el sudor de la frente.
— ¿Quién es el principal detractor de su vida?
— Yo mismo. Soy implacable conmigo mismo. Sólo que, a sabiendas de que soy un humorista, soy mi detractor amigo porque no me tomo nada en serio.
— Si pudiera transportarse en el tiempo, ¿en qué época le gustaría vivir y por qué?
— En el Renacimiento. Me hubiera gustado ser ayudante de Miguel Ángel, a lo mejor hubiera aprendido a dibujar y Miguel Ángel a hacer caricaturas.
— ¿Cuál es el libro que más ha influido en su vida?
— Sinuhe el egipcio, de Mika Waltari. Porque fue el primer libro que leí a los 15 años y no sólo me llevó a pasear por el viejo Egipto sino que me enseñó que se pueden leer más de 500 páginas sin que el cerebro sufra de indigestión.
— ¿Qué es más peligroso: la ignorancia o la indiferencia?
— Es más peligrosa la ignorancia, pero basta un poco de indiferencia para ignorar ese peligro.
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