Cultura
Los 'silencios' de Rivelino se instalan en México
Luego de presentarse en Lisboa, Madrid, Bruselas, Roma, Londres, Rotterdam, Moscú y San Petersburgo, entre 2009 y 2011, la obra del jalisciense llega a la Ciudad de México
Luego de presentarse en Lisboa, Madrid, Bruselas, Roma, Londres, Rotterdam, Moscú y San Petersburgo, entre 2009 y 2011, la muestra buscará llamar la atención de los capitalinos, que podrán ver la muestra a partir de hoy y hasta el 18 de noviembre.
Los guardianes de 3.50 metros de alto por 2.30 de ancho llegaron anoche a la Plaza de la Constitución, luego de un recorrido de poco más de 30 minutos realizado sobre la avenida Paseo de la Reforma.
En punto de las 22:45 horas, inició ese paseo desde un costado del edificio de la Lotería Nacional, donde dos tractocamiones y un camión rabón con grúa aparecieron para desfilar sobre Paseo de la Reforma con las monumentales piezas.
A una velocidad de 30 kilómetros por hora, el contingente con las esculturas avanzó en dirección al Angel de la Independencia, escoltado por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, motociclistas de tránsito y un grupo de cerca de 30 reporteros.
Provenientes de Coatepec Barrio Alto en el Estado de México, lugar donde fueron realizadas, las piezas, que incluían un cubo de acero o 'caja táctil' con cuatro esculturas a pequeña escala que reproducen las de tamaño real, fueron trasladadas en traileres de 15 metros de largo.
De acuerdo con Mario Camaño, coordinador de logística de Rivelino, en son 11 piezas en total porque 'uno de ellos fue el que asistió a la fundición para efectos de restauración, y en este caso, hicimos el recorrido porque es el modelo original con el que se fabricaron los 10 que se exhibirán'.
'La idea fue que hiciera también el recorrido junto a sus hermanas, que estuvieron viajando por dos años en Europa', indicó Camaño a Notimex.
Ante los constantes 'flashes' de la prensa y uno que otro transeúnte, las esculturas, que presentan la boca cubierta con una placa, que simboliza la importancia de la libertad de expresión individual y colectiva, avanzaron sobre Reforma hasta llegar a la Glorieta de la Diana Cazadora, donde la rodearon y avanzaron en dirección al metro Hidalgo.
En una noche despejada y que poco a poco vio descender la temperatura, el contingente continuó sobre avenida Juárez, cruzando el Palacio de Bellas Artes para tomar brevemente Eje Central e ingresar por la calle 5 de Mayo, hasta llegar a la plancha del Zócalo que lució rodeada de tablones de madera de dos metros de alto y donde arribo a las 23:20 horas.
Enseguida el grupo de técnicos e ingenieros desmontaron cada una de las obras y las colocaron alrededor del asta de la bandera mexicana, montadas en una base de acero y madera, de 32 metros de diámetro, 35 centímetros de altura y con andenes internos de seis metros de longitud.
De acuerdo con los organizadores, la base instalada eleva a los 10 gigantes escultóricos y la caja táctil para que el espectador (niños e invidentes), al entrar a este espacio temporal, forme parte del conjunto como un guardián más.
Dicha estructura fue proyectada por el arquitecto Héctor Velázquez, quien retoma el concepto del 'Cubo de Metatrón', una figura de círculos unidos con líneas desde el centro de cada uno, basada a su vez en la flor de la vida. Es un orden geométrico que impregna a toda la naturaleza, el diseño y la arquitectura.
Brevemente, Rivelino (Jalisco, 1973) expresó su beneplácito y afirmó que se trata de una exposición que 'ya se esperaba en México' luego de dos años de itinerancia por Europa.
Dijo para la elaboración de las piezas recurrió a la figura humana, 'toda vez que es la mejor manera de comunicarse en todos los niveles; sin importar el nivel social, económico o intelectual, sino que a través de la figura humana es fácil conectarse'.
Refirió que cada una de las obras presenta rasgos faciales de diferentes regiones geográficas y culturas del mundo.
'Es la mezcla de varias que componen un mundo similar, pero independientemente de eso, están basados en esta escultura frontal prehispánica antigua.
'En sus rostros -señaló- los 10 aluden al sentido de la igualdad y tienen el cuerpo completamente diferente aludiendo al sentido e importancia de la individualidad'.
Los silencios escultóricos de Rivelino no podían estar en mejor lugar que en el Zócalo, es el sitio idóneo para presentarse, es un espacio vivo y plural en donde todos tienen cabida, el lugar por excelencia de la libertad de expresión.
Según los organizadores, la muestra en el Zócalo cumple el propósito de la escultura pública: propicia la reflexión y el diálogo, confronta al espectador y transforma al público vinculándolo con su entorno y su pasado para valorar el patrimonio cultural.
'Nuestros silencios', de Rivelino, se exhibirá hasta el próximo 18 de noviembre, en el Centro Histórico de esta ciudad.
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