Cultura
Los lenguajes de León Plascencia Ñol
Anoche se presentó el más reciente libro del poeta, narrador, editor y artista visual, el segundo de una trilogía sobre sus métodos de comunicación
Conformado por cinco secciones, en “El lenguaje privado” se mezclan el lenguaje, la fotografía y el dibujo para integrar un corpus que rinde homenaje a diversas tradiciones poéticas y disciplinas que han representado los intereses del autor a lo largo del tiempo, como el cine, las artes visuales, la música y la literatura.
Publicado apenas en noviembre del año anterior, “El lenguaje privado” sólo estuvo a la venta en la ciudad durante la pasada Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y ésta será, señala el autor, “la primera presentación del libro, primero en mi ciudad, luego en el Distrito Federal y, después, iniciaremos con el proceso de distribución”.
En palabras de Plascencia Ñol, “se trata de un libro, fundamentalmente, de poesía, aunque desde hace unos años estoy explorando otros territorios; me gustan mucho la fotografía y la pintura, por eso decidí incluir estas tres posibilidades: el texto, la pintura cercana a la caligrafía oriental y fotografías mías que intervine con algunos elementos de poesía visual, todos ellos tratan de crear un todo”.
Para el autor, este nuevo libro, un poemario anterior titulado “Revólver rojo” (Bonobos, 2011) y uno en preparación —“Atenas 317”, previsto para publicarse en unos meses más— “conforman una especie de trilogía donde hay elementos fotográficos, mucho trabajo de poesía visual, juegos tipográficos y lenguajes que no son tradicionalmente poéticos”.
El poeta se encamina a desarrollar proyectos distintos a lo que estaba haciendo; “con este libro y ‘Atenas 317’ se cierra un ciclo de trabajo con la poesía visual y, ahora, preparo un libro de poemas sobre síndromes, escribo narrativa y un volumen de un autor apócrifo, todo como parte de mi proyecto como miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca. Justo en este momento, estoy muy dedicado a la pintura”.
LIBRO DE ARTISTA
Con una amplia trayectoria, León Plascencia Ñol explica que cada uno de sus libros “busca un registro distinto, que sean diferentes en su hechura y su trabajo con el poema; con todo, este libro, cuando lo escribía, pensé en qué editorial podría desear publicarlo con las características que planteba desde el inico, donde el diseño, las imágenes y la tipografía juegan un rol importante. Por eso decidí editarlo yo mismo, no pensé en otro que asumiera el riesgo, el uso de distintos materiales y los juegos visuales en cada sección. Aunque sea raro, estoy contento de publicar mi propio libro”.
En estos términos, agrega el autor, cuidar estos detalles era esencial porque “responden a un criterio no sólo editorial sino estéteico; la cuestión era hacer un volumen muy cercano a los ‘libros de artista’, aunque se trata de una edición más industrial —son 500 ejemplares— a pesar de que se siguieron los criterios de un libro de artista”.
Por otra parte, desde sus inicios como escritor, tanto la pintura como el cine han “acompañado” a Plascencia Ñol, “y en los últimos años, regresé a la pintura; pero los temas siguen ahí, lo que ha variado con el tiempo es la manera de abordarlos, las búsquedas. Ignoro si mi poesía es ahora más cercana al arte conceptual, aunque me gusta pensarlo; con todo, aborda distintos aspectos de sonido, ritmo y lenguaje”.
PERFIL
Creador “multitask”
León Plascencia Ñol (Ameca, Jalisco, 1968) es poeta, narrador, editor y artista visual. Dirige Filodecaballos, editores. Becario del Fonca en dos periodos; disfrutó de residencias artísticas otorgadas por el Ministerio de Cultura colombiano (2004) y el Instituto de Traducción de literatura coreana (2007 y 2012). Entre sus premios se encuentran el Nacional de Cuento Agustín Yáñez 2008, el Nacional de Literatura Gilberto Owen 2005 y el Álvaro Mutis (México-Colombia) 1996. Algunos de sus libros son “Enjambres” (1998), “El árbol la orilla” (2003), “Zoom” (2006), “Satori” (2009), “Seúl es una esquina blanca” (2009), “Tratado sobre la infidelidad” (en colaboración con Julián Herbert, 2010) y “Revólver rojo” (2011). Obtuvo el Premio Iberoamericano de Poesía Jaime Sabines para obra publicada 2010. Está traducido parcialmente al francés, inglés, coreano y portugués. Es miembro del Sistema de Creadores de Arte de México.
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