Cultura
Los jóvenes cuestionan el proyecto de Ciudad Creativa Digital
La conferencia organizada por el festival MOD para que Octavio Parga explicara el proyecto concluye con un acalorado debate
El tiempo no les alcanzó porque mientras Parga se esforzaba por dejarles en claro a los más de 100 jóvenes -que sentados sobre las sillas, el suelo o parados con los brazos cruzados lo escuchaban con un silencio suspicaz- cuáles eran los beneficios que se prevén en 10 y 15 años (20 mil empleos en cinco años, mejor educación, calidad de vida...), cuando el proyecto ya esté en marcha, ellos dudaban y pensaban en la siguiente pregunta.
Le cuestionaron su discurso. "¿Qué nos garantiza que estos negocios, esta innovación y las ganancias de esto no van a ser para estas grandes empresas que tienen el dinero para invertir en este tipo de proyectos? ¿Cómo sabemos que nosotros seremos los que vamos a recibir esos beneficios? ¿Cómo insertan un proyecto de esta envergadura en una ciudad o en un Estado tan desigual?".
Parga les respondió todo: "A ver, muchachos, otra vez. Hoy Guadalajara tiene 17 mil personas haciendo esto. Son 17 mil profesionistas que se dedican a hacer los mejores programas de software que se venden en todo el mundo, que se dedican a hacer efectos especiales que salen en películas como Avatar y El Hombre Araña, que se dedican a hacer videojuegos que se están vendiendo en todo el mundo".
A Aldo Cervantes le pareció buena la presentación del proyecto, pero gracias a las preguntas lanzadas por los presentes pensó en detalles que no había tomado en cuenta: "Yo considero que depende mucho de ellos (gobierno, empresas), sino también de nosotros. Me considero emprendedor, pues aunque no trabajo en una de estas empresas, desarrollé junto con otra persona un videojuego. Es cuestión de que uno en verdad se ponga las pilas".
Después de la discusión, fueron varios los jóvenes que intentaron tomar la palabra en vano. La conferencia ya alcanzaba las costas del final y Parga repuso: "Un poquito de orden. Hagamos un debate ordenado".
Pero la charla concluyó y uno de los presentes, desde su silla, interrumpió con señas y gestos las palabras finales de una de las organizadoras.
-Oiga, yo nada más quería hacerle una pregunta pequeñita, ¿nos tocará?
-¿Cuántos años tienes? -le respondió Parga, sonriente.
-Veintiséis.
-Pues tienes más oportunidad que yo.
-Chamacos, ya tenemos que concluir. Un aplauso, por favor- terció la desesperada organizadora.
-Clap, clap, clap, clap.
EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI
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