Cultura

Los arcabuceros de Rembrandt montan su ''Ronda de noche''

Un grupo escultórico es parte del proyecto ''La Ronda de noche. 3D''


MOSCÚ, RUSIA (20/MAY/2010).- Un grupo escultórico inspirado en los arcabuceros del famoso cuadro de Rembrandt "La ronda de noche" asumió esta semana la vigilancia del emblemático Museo de Bellas Artes Pushkin de Moscú.

El proyecto "La Ronda de noche. 3D" ofrece una versión tridimensional a la vieja usanza: 22 figuras del cuadro cobran vida en bronce para tender un puente entre nuestra época y el lejano 1642, cuando el pintor concluyó su obra maestra, encargada por la Corporación de Arcabuceros de Amsterdam.

Los personajes de Rembrandt salen de la sombra de la mano de los escultores rusos Mijaíl Drónov y Alexandr Taratynov, que en 2001 decidieron conmemorar de esta forma el 400 aniversario del genio holandés, nacido en la ciudad de Leiden en 1606.

Necesitaron una profunda introspección histórica -con el fin de reproducir de manera fidedigna los atuendos y armas de la época-, más cinco años de trabajo y diez toneladas de metal para plasmar en bronce a "La compañía militar del capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willem van Ruytenburg", nombre original de la obra de Rembrandt.

Antes de que el director británico Peter Greenaway llevara "La ronda de noche" al cine (2005), los artistas rusos presentaron su "remake" escultórico al pueblo holandés en Maastricht, donde fue instalado por primera vez en 2003 en el prado frente al Chateau St. Gerlach.

Dos años más tarde, la reina Beatriz de Holanda inauguró personalmente en presencia de los dos "coautores" rusos la exposición en bronce de "La ronda de noche" en la plaza Noordeinde de La Haya.

Y en 2006, en el aniversario del artista, la compañía de arcabuceros tomó posiciones en la plaza Rembrandt de Amsterdam, cuyo Rijsmuseum guarda el original de la obra.

En ese lugar, la milicia de Rembrandt fundida en bronce por los artistas rusos acampará para siempre frente al monumento al pintor, que la Alcaldía de Amsterdam aceptó girar en 180 grados para que vea a sus guerreros en metal.

Pero antes, los arcabuceros presentan sus armas a los moscovitas en el patio del Museo Pushkin, donde acamparon bajo árboles por voluntad de su directora, Irina Antónova, que decidió "repatriarlos" hasta septiembre dentro del festival moscovita de arte "El Bosque de los cerezos".
No así en Moscú, donde policías y guardias jurados se abalanzan contra los curiosos que osan pisar la hierba y acercarse demasiado a los arcabuceros de Rembrandt.

Su nerviosismo es comprensible si se tiene en cuenta que desde hace tres meses ante el Pushkin se forman kilométricas colas de moscovitas y turistas para visitar la mayor exposición de Picasso en Moscú en medio siglo, cortesía del museo parisino del artista malagueño, que agota sus últimos días en la capital rusa.
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