Cultura
Los 'Volcanes inventados' de Vicente Rojo llegan a Polonia
La exposición está formada por 22 grabados y 14 esculturas en cerámica y bronce, resultado de un cuarto de siglo de trabajo del artista
VARSOVIA, POLONIA (10/MAY/2013).- La exposición "Volcanes inventados", del artista mexicano de origen español Vicente Rojo, abre hoy sus puertas en Varsovia, donde por primera vez se muestra esta serie de grabados y esculturas con los que Rojo explora la fuerza de unos accidentes naturales parte de la cotidianeidad de México.
La exposición está formada por 22 grabados y 14 esculturas en cerámica y bronce, resultado de un cuarto de siglo de trabajo del artista, quien realizó el primer esbozo de un volcán en 1987, cuando trabajaba sobre pirámides en la serie "Escenarios", una de las cinco de su obra.
"Volcanes inventados" llega a la capital polaca gracias a la fundación Juan Soriano, que actualmente dirige el polaco Marek Keller, representante y colaborador de Soriano durante gran parte de su vida, y a la embajada de México en Polonia.
"Los volcanes me parecieron un tema muy interesante porque Polonia no sabe muy bien qué son. En los paisajes polacos no existen los volcanes, mientras que en México el volcán es una cosa que se vive a diario", dijo Marek Keller en declaraciones a Efe durante la inauguración de la muestra.
El propio Vicente Rojo, quien no pudo estar en Polonia por problemas de salud, ha destacado en numerosas ocasiones que esta serie de trabajos tiene un fuerte sentido en México, un país al que el artista considera "volcánico en todos los sentidos".
Entre las obras que hoy se exponen en Varsovia, Keller destaca las esculturas en bronce, capaces de transmitir toda la intensidad y energía que contiene el volcán.
"El bronce, para volverse escultura, debe primero ser un bronce líquido, con una temperatura muy, muy alta, algo que recuerda a la lava del volcán, por eso la imaginación del artista puede volar y hacer cosas maravillosas", explicó Keller.
Rojo (Barcelona, 1932) es autor de una amplia obra de pintura, diseño gráfico y escultura desarrollada en la segunda mitad del siglo XX, desde 1980 comenzó a alternar pintura y escultura.
Sobrino del general de la república española Vicente Rojo Lluch, este artista llegó en 1949 a México, parte del exilio español que provocó la Guerra Civil en España, donde estudió pintura y tipografía, antes de convertirse en 1960 en cofundador de la editorial Era, de la que fue director artístico, y proyectar una prolífica carrera.
Los críticos consideran a Rojo como el mejor exponente del arte abstracto mexicano, como un innovador en el color y la forma, algo que entre otros reconocimientos le mereció el Premio Nacional de las Artes de México y la Medalla al Mérito en las Bellas Artes que le otorgó el Gobierno español.
La exposición "Volcanes inventados" permanecerá en la galería Juan Soriano de Varsovia hasta finales de junio, antes de partir a Berlín.
La exposición está formada por 22 grabados y 14 esculturas en cerámica y bronce, resultado de un cuarto de siglo de trabajo del artista, quien realizó el primer esbozo de un volcán en 1987, cuando trabajaba sobre pirámides en la serie "Escenarios", una de las cinco de su obra.
"Volcanes inventados" llega a la capital polaca gracias a la fundación Juan Soriano, que actualmente dirige el polaco Marek Keller, representante y colaborador de Soriano durante gran parte de su vida, y a la embajada de México en Polonia.
"Los volcanes me parecieron un tema muy interesante porque Polonia no sabe muy bien qué son. En los paisajes polacos no existen los volcanes, mientras que en México el volcán es una cosa que se vive a diario", dijo Marek Keller en declaraciones a Efe durante la inauguración de la muestra.
El propio Vicente Rojo, quien no pudo estar en Polonia por problemas de salud, ha destacado en numerosas ocasiones que esta serie de trabajos tiene un fuerte sentido en México, un país al que el artista considera "volcánico en todos los sentidos".
Entre las obras que hoy se exponen en Varsovia, Keller destaca las esculturas en bronce, capaces de transmitir toda la intensidad y energía que contiene el volcán.
"El bronce, para volverse escultura, debe primero ser un bronce líquido, con una temperatura muy, muy alta, algo que recuerda a la lava del volcán, por eso la imaginación del artista puede volar y hacer cosas maravillosas", explicó Keller.
Rojo (Barcelona, 1932) es autor de una amplia obra de pintura, diseño gráfico y escultura desarrollada en la segunda mitad del siglo XX, desde 1980 comenzó a alternar pintura y escultura.
Sobrino del general de la república española Vicente Rojo Lluch, este artista llegó en 1949 a México, parte del exilio español que provocó la Guerra Civil en España, donde estudió pintura y tipografía, antes de convertirse en 1960 en cofundador de la editorial Era, de la que fue director artístico, y proyectar una prolífica carrera.
Los críticos consideran a Rojo como el mejor exponente del arte abstracto mexicano, como un innovador en el color y la forma, algo que entre otros reconocimientos le mereció el Premio Nacional de las Artes de México y la Medalla al Mérito en las Bellas Artes que le otorgó el Gobierno español.
La exposición "Volcanes inventados" permanecerá en la galería Juan Soriano de Varsovia hasta finales de junio, antes de partir a Berlín.
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