Cultura

Los Museos Vaticanos desean obtener gran éxito de visitas

Los recintos son famosos mundialmente por contener a la Capilla Sixtina

CIUDAD DEL VATICANO (28/JUL/2011).- Los Museos Vaticanos –famosos mundialmente por contener a la Capilla Sixtina- no conocen la crisis económica, han implementado un nuevo plan de comercialización y se alistan a superar la barrera de los cinco millones de visitantes.  

En los últimos cuatro años ese complejo cultural ha sufrido un decidido cambio en su administración gracias a la llegada, en noviembre de 2007, del actual director Antonio Paolucci, quien sustituyó en el puesto al arqueólogo Francesco Buranelli.  

Durante todo 2006 Buranelli presidió un buen número de actos con motivo del quinto centenario de vida de los Museos Vaticanos, surgidos gracias a la adquisición de una estatua del Laooconte por el Papa Julio II.  

Empero ha tocado a Paolucci conducir el ingreso a una nueva etapa de uno de los museos más antiguos del mundo. Para lograr su cometido decidió aplicar un agresivo plan de mercadeo convirtiéndolo prácticamente en una empresa que ofrece productos y servicios.  

El objetivo: aprovechar al máximo los recursos, así por ejemplo en el Patio de la Piña, una de las áreas internas abiertas, se montó un pequeño restaurante con mesas de diseño moderno, sombrillas y servicio de meseros.  

Además se ha fortalecido la presencia en internet con la apertura de una taquilla en línea en la cual comprar directamente el propio billete y se planea, en los próximos meses, la aplicación de una encuesta de satisfacción del cliente.  

Otra innovación introducida por Paolucci corresponde a las 'aperturas nocturnas': que permiten a los visitantes ingresar a los Museos todos los viernes, de mayo a octubre (excluido el mes de agosto), más allá de su horario habitual.  

Normalmente se puede acceder a él de 8:00 a 18:00 horas pero, gracias a esta iniciativa, los curiosos pueden disfrutar de las obras de arte una vez a la semana de 19:00 a 23:00 horas.  

La idea de abrir de noche, como el mismo Paolucci lo explicó en un artículo del diario vaticano L’Osservatore Romano, pretendía 'restituir el museo a los ciudadanos ante todo y hacer normalmente placenteros los centros de las grandes ciudades'.  

'Hoy el ciudadano de Florencia, París o Roma tiene la impresión que los Uffizi, el Louvre y los Vaticanos no sean más suyos, que los turistas los hayan ocupado y expropiado', escribió.  

La meta se logró en parte. En un recorrido realizado por Notimex a una de estas aperturas nocturnas se pudo constatar que la mayor parte de los visitantes son todavía turistas, aunque el número de italianos es significativo.  

'Venimos de noche porque se nos comprimió mucho el viaje y nos queda muy poco tiempo para estar en Roma, máximo dos días, la mejor forma de utilizarlo era aprovechar que este día coincidió con la apertura nocturna', explicó en entrevista Eduardo Blanco, turista chileno.  

Algo similar le ocurrió al mexicano Luis Manuel Valencia, quien viajó desde Barcelona para estar únicamente tres días en Roma y organizó, a través de internet, su visita al museo de noche.  

'Llegué hoy viernes y me voy el domingo, una de las cosas bellas que debía visitar era los Museos Vaticanos, verlo de noche no es lo mismo. Me habían dicho que había filas de hasta tres horas, pero de noche no tuve problemas para entrar', relató.  

En cada apertura nocturna los museos reciben aproximadamente dos mil visitantes, quienes pagan 19 euros (unos 27 dólares), cuatro más de los 15 euros (21 dólares) que cuesta un billete de ingreso normal.  

La administración no gana dinero por estos ingresos extra ya que la cantidad de personas que aprovechan la oportunidad y lo que ellas pagan, apenas sirve para sufragar los gastos en guardias, luz y servicios necesarios para mantener abierto.  

En 2010 sólo 30 mil 300 personas aprovecharon las visitas nocturnas, un porcentaje ínfimo comparado con los más de 4.5 millones de visitantes registrados en ese año, los cuales pasaron un promedio de una hora y 20 minutos dentro del edificio.  

Así como los directivos optaron por abrir los viernes fuera de horario, también están dispuestos a abrir cualquier otra noche de la semana, siempre que quien lo solicita pueda abonar los siete mil euros (nueve mil 980 dólares) del 'derecho de portón' y los 30 euros (42 dólares) por cada ingreso.  

Los empleados recuerdan que, algunos años atrás, un millonario alemán pagó esa suma para invitar a un grupo de amigos a una exclusiva visita con motivo de su cumpleaños. Amigos que trasladó hasta Italia en un avión privado.  

Según estimaciones extraoficiales los Museos Vaticanos facturan, anualmente, unos 100 millones de euros (142.7 millones de dólares), rendimiento alabado en el último reporte público de las finanzas pontificias correspondiente al año 2010.  
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