Cultura
Los Infinitos Macehuales presentan su música prehispánica
Cuatro mentes reunidas desde el 2013 fusionan el náhuatl con el rock, el jazz y lo experimental
CIUDAD DE MÉXICO (06/MAR/2015).- La experimentación sonora no es exclusiva de los músicos extranjeros, pues estos ''macehuales'' lo saben bien y no conformes con ello, utilizan raíces prehispánicas para su música.
''Creemos que nuestra música es un reflejo de la ciudad en que vivimos, a veces muy frenética, a veces muy caótica; para nosotros el ‘macehual’ es aquel que progresa espiritualmente por su propio merecimiento'', dice Kevin Itzcohuatl (Serpiente de Obsidiana), bajista.
Cuatro mentes reunidas desde el 2013 con el fin de llevar a su límite el español y el náhuatl, agregando el rock, jazz, lo experimental, a lo que podríamos llamar la música progresiva de Los Infinitos Macehuales.
''Al principio apuntábamos hacia la fusión entre jazz y rock progresivo con poesía'', comenta Mauricio Delgadillo, guitarrista.
''Tomamos la literatura mexicana, a Miguel León Portilla y poco a poco lo llevamos a las raíces náhuatl'', agrega.
El concepto de esta banda surge del libro ''La veintena sagrada'', que trata acerca de una profecía del sexto sol que actualmente vivimos y en el que los macehuales (de la palabra macehualli) somos todos los habitantes del orbe.
''A los poemas prehispánicos les he buscado una forma y orden para poder utilizarlos en este tipo de música'', asegura Ananda Zurdo, ''escribo poesía después de haber tragado muchos textos, imágenes, la vida misma aquí en nuestro territorio y lo intento regurgitar''.
Cada uno de estos macehuales ha tenido un acercamiento a la música desde la academia hasta lo autodidacta, pero siempre con el gusto de combinar lo antiguo con lo contemporáneo.
''Desde niño mi familia tuvo un grupo y yo anduve en el ‘hueso’'', menciona Juan Luis, baterista, ''poco a poco recorrí el camino y éste me ha dado ‘las tablas’ para dar lo que ahora hacemos con Los Macehuales''.
La música de Los Infinitos Macehuales ha llegado a oídos de músicos como Alex Otaola (Santa Sabina, San Pascualito Rey), quien los ha apoyado en arreglos y producción.
''Alex nos ayuda a hacer un poco de arreglos y a analizar la armonía, que es abrir una libreta de posibilidades porque él es ‘Doctor House’ de la armonía'', asegura Delgadillo.
''Creemos que nuestra música es un reflejo de la ciudad en que vivimos, a veces muy frenética, a veces muy caótica; para nosotros el ‘macehual’ es aquel que progresa espiritualmente por su propio merecimiento'', dice Kevin Itzcohuatl (Serpiente de Obsidiana), bajista.
Cuatro mentes reunidas desde el 2013 con el fin de llevar a su límite el español y el náhuatl, agregando el rock, jazz, lo experimental, a lo que podríamos llamar la música progresiva de Los Infinitos Macehuales.
''Al principio apuntábamos hacia la fusión entre jazz y rock progresivo con poesía'', comenta Mauricio Delgadillo, guitarrista.
''Tomamos la literatura mexicana, a Miguel León Portilla y poco a poco lo llevamos a las raíces náhuatl'', agrega.
El concepto de esta banda surge del libro ''La veintena sagrada'', que trata acerca de una profecía del sexto sol que actualmente vivimos y en el que los macehuales (de la palabra macehualli) somos todos los habitantes del orbe.
''A los poemas prehispánicos les he buscado una forma y orden para poder utilizarlos en este tipo de música'', asegura Ananda Zurdo, ''escribo poesía después de haber tragado muchos textos, imágenes, la vida misma aquí en nuestro territorio y lo intento regurgitar''.
Cada uno de estos macehuales ha tenido un acercamiento a la música desde la academia hasta lo autodidacta, pero siempre con el gusto de combinar lo antiguo con lo contemporáneo.
''Desde niño mi familia tuvo un grupo y yo anduve en el ‘hueso’'', menciona Juan Luis, baterista, ''poco a poco recorrí el camino y éste me ha dado ‘las tablas’ para dar lo que ahora hacemos con Los Macehuales''.
La música de Los Infinitos Macehuales ha llegado a oídos de músicos como Alex Otaola (Santa Sabina, San Pascualito Rey), quien los ha apoyado en arreglos y producción.
''Alex nos ayuda a hacer un poco de arreglos y a analizar la armonía, que es abrir una libreta de posibilidades porque él es ‘Doctor House’ de la armonía'', asegura Delgadillo.
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