Cultura
'Lo más importante es encontrarlos con vida': Estela de Carlotto
La FIL se convirtió en el escenario ideal para que las Abuelas de Plaza de Mayo hablaran sobre los crímenes de Ayotzinapa
Ayotzinapa vivieron un momento de esperanza cuando la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, visito la Feria Internacional del Libro (FIL) y les dedicó unas palabras, durante la conversación titulada “Relatos sobre identidad: nietos y reencuentros”, un evento coordinado por la escritora argentina Elsa Osorio.
“Cuando uno ama y lucha no hay vejez, yo busqué a mi nieto por el mundo durante 36 años y hace tres meses lo he encontrado, hay que luchar porque se puede y en paz, no es necesaria violencia”, comentó.
De Carlotto, de 84 años, les transmitió su apoyo a los familiares y les señaló que “lo que está pasando hoy en México es el dolor de todo el planeta.
Advirtió que si un crimen como la desaparición de 43 estudiantes en México no se esclarece, seguirán ocurriendo situaciones similares, pues existe el riesgo de que la ciudadanía se acostumbre.
De acuerdo con la presidenta de la asociación civil dedicada a localizar y devolver a sus familias a los niños secuestrados por la última dictadura militar argentina (1976-1983), lo ocurrido en Iguala fue una “invitación” a la sociedad a que se condene “a convivir con los asesinos y que la historia se repita”.
“Si esto no se esclarece, no se juzga y se condena, esto se repite porque es el mal ejemplo de que el Estado no se compromete, y si la sociedad no se compromete acompaña al Estado, a juzgar y condenar al que cometió un crimen”, dijo.
El encuentro de ayer no es el primero que sostiene de Carlotto con las familias de Ayotzinapa, pues hace unos días charló con ellas y compartió su experiencia como luchadora por la verdad y les recomendó “no bajar las manos” nunca, “hacer visible su lucha” y “golpear en todas las puertas del mundo donde hay obligación de que les den una respuesta”.
Agregó que lo importante es “buscar pruebas… No desmayar. Ver qué más se puede hacer para saber la verdad. Por supuesto, lo más importante es encontrarlos con vida; eso nunca se puede dejar”, apuntó.
De Carlotto calificó este caso de “un delito de lesa humanidad” y contó que hablar con los padres la “remontó a los 70, cuando estábamos nosotras también desesperadas, sin saber qué hacer, sin entender lo grave de la situación porque no cabía en nuestra cabeza que pudiera existir un plan sistemático de desaparición forzada de personas”.
Recordó que tras años de lucha les pidieron que desistieran, pero ellas nunca cesaron ni cesarán de exigir justicia.
En la charla intervino uno de los padres de los desaparecidos, quien agradeció a la activista su apoyo y volvió a exigir la aparición con vida de su hijo y de sus compañeros.
Al término, la charla pasó de la palabra a la acción, pues hasta los exteriores de la FIL trasladaron una exposición de cuadros con los retratos de los jóvenes desaparecidos que está recorriendo México para dar a conocer este caso.
Con información de agencias
La historia de Carlotto
Estela de Carlotto es una activista argentina de derechos humanos y presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
Su vida en el activismo inició cuando una de sus hijas, Laura Estela Carlotto, fue secuestrada y desaparecida en la ciudad de Buenos Aires, estando embarazada, a fines de 1977.
Por relatos pudo reconstruir que su hija había “dado a luz” y que su nieto fue dado en adopción y su identidad cambiada.
Durante 36 años buscó al menor y el 5 de agosto de 2014, tras una comprobación de ADN hecha voluntariamente por el interesado, logró encontrar a su familiar, quien hoy ostenta el nombre de Ignacio Guido Carlotto.
Con esta acción, el ahora adulto se convirtió en el número 116 de la lista de nietos recuperados; un número que, aunque alentador, aún no se acerca a la lista de niños desaparecidos, ya que son 500.
Carlotto ha recibido distintos reconocimientos por su trabajo con Abuelas de Plaza de Mayo, entre ellos el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y el premio Félix Houphouët-Boigny, otorgado por la Unesco.
GUADALAJARA, JALISCO (05/DIC/2014).- Las lágrimas no dejaron de correr durante la reunión; el dolor no cesa cuando no se conoce el paradero de un hijo… Sin embargo, ayer, los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de
“Cuando uno ama y lucha no hay vejez, yo busqué a mi nieto por el mundo durante 36 años y hace tres meses lo he encontrado, hay que luchar porque se puede y en paz, no es necesaria violencia”, comentó.
De Carlotto, de 84 años, les transmitió su apoyo a los familiares y les señaló que “lo que está pasando hoy en México es el dolor de todo el planeta.
Advirtió que si un crimen como la desaparición de 43 estudiantes en México no se esclarece, seguirán ocurriendo situaciones similares, pues existe el riesgo de que la ciudadanía se acostumbre.
De acuerdo con la presidenta de la asociación civil dedicada a localizar y devolver a sus familias a los niños secuestrados por la última dictadura militar argentina (1976-1983), lo ocurrido en Iguala fue una “invitación” a la sociedad a que se condene “a convivir con los asesinos y que la historia se repita”.
“Si esto no se esclarece, no se juzga y se condena, esto se repite porque es el mal ejemplo de que el Estado no se compromete, y si la sociedad no se compromete acompaña al Estado, a juzgar y condenar al que cometió un crimen”, dijo.
El encuentro de ayer no es el primero que sostiene de Carlotto con las familias de Ayotzinapa, pues hace unos días charló con ellas y compartió su experiencia como luchadora por la verdad y les recomendó “no bajar las manos” nunca, “hacer visible su lucha” y “golpear en todas las puertas del mundo donde hay obligación de que les den una respuesta”.
Agregó que lo importante es “buscar pruebas… No desmayar. Ver qué más se puede hacer para saber la verdad. Por supuesto, lo más importante es encontrarlos con vida; eso nunca se puede dejar”, apuntó.
De Carlotto calificó este caso de “un delito de lesa humanidad” y contó que hablar con los padres la “remontó a los 70, cuando estábamos nosotras también desesperadas, sin saber qué hacer, sin entender lo grave de la situación porque no cabía en nuestra cabeza que pudiera existir un plan sistemático de desaparición forzada de personas”.
Recordó que tras años de lucha les pidieron que desistieran, pero ellas nunca cesaron ni cesarán de exigir justicia.
En la charla intervino uno de los padres de los desaparecidos, quien agradeció a la activista su apoyo y volvió a exigir la aparición con vida de su hijo y de sus compañeros.
Al término, la charla pasó de la palabra a la acción, pues hasta los exteriores de la FIL trasladaron una exposición de cuadros con los retratos de los jóvenes desaparecidos que está recorriendo México para dar a conocer este caso.
Con información de agencias
La historia de Carlotto
Estela de Carlotto es una activista argentina de derechos humanos y presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo.
Su vida en el activismo inició cuando una de sus hijas, Laura Estela Carlotto, fue secuestrada y desaparecida en la ciudad de Buenos Aires, estando embarazada, a fines de 1977.
Por relatos pudo reconstruir que su hija había “dado a luz” y que su nieto fue dado en adopción y su identidad cambiada.
Durante 36 años buscó al menor y el 5 de agosto de 2014, tras una comprobación de ADN hecha voluntariamente por el interesado, logró encontrar a su familiar, quien hoy ostenta el nombre de Ignacio Guido Carlotto.
Con esta acción, el ahora adulto se convirtió en el número 116 de la lista de nietos recuperados; un número que, aunque alentador, aún no se acerca a la lista de niños desaparecidos, ya que son 500.
Carlotto ha recibido distintos reconocimientos por su trabajo con Abuelas de Plaza de Mayo, entre ellos el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y el premio Félix Houphouët-Boigny, otorgado por la Unesco.
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