Cultura
¡Llévelo!, ¡llévelo!: ''Jis''
José Ignacio Solórzano presenta su nuevo libro ''Verbos para comenzar''
Y de no ser monero, la siguiente opción prudente para él sería ser interventor.
Pero no fue así y el tapatío se encaminó en ese oficio a pesar de que sus padres le "dieron una buena educación'', y que "las mujeres bonitas no siguen a los moneros" porque es lo único que sabe hacer, dice.
Al entrar al Salón C del área Internacional de Expo Guadalajara, para presentar su libro ''Verbos para comenzar'', editorial Sexto Piso, y al ver poca gente sentada, lo primero que dice el cartonista y que hace estallar a carcajadas a los asistentes es: "Pues vamos a esperarnos una media hora para ver quién más llega".
Cuando se trata de armar al vapor un diálogo, "Jis" se traba; clava la mirada hacia abajo, enrosca las manos, tartamudea; es como un niño excusándose luego de una travesura; pero, ya fracasado en su intento, ("luego les invito un café", dice) saca de su bolsillo un discurso escrito de su propia mano con tinta negra.
"Hola. ¿Cómo están? Muchas gracias por venir, es un honor estar una vez más en este recinto disfrutando la adrenalina del momento, oyéndome decir que si por favor pueden comprar mi libro porque si no la editorial se va a enojar y ya no va a haber oportunidad de volver a verlos, al menos no en este plan (...)¡Llévese un libro! ¡Llévelo!, ¡llévelo!''.
Y los asistentes vuelven a romper a carcajadas.
Si la idea está clara, "Jis" no tarda más de diez minutos en hacer un cartón; pero, si la cabeza se nubla y las ideas no cuajan, puede tardar horas en hacer un mono de "gente que quiere fumarse un puro y que está flotando sobre un caldo, porque eso se vuelve en una especie de necedad". Según él, "al no ser un poeta maldito y ser virgo, gente rutinaria", su día se desarrolla con las siguientes las siguientes palabras:"Despertarme. Jugo de Naranja. Yoga. Llevar al niño a la escuela. Facebook. Mono. Comer. Facebook...".
En la presentación, el monero tapatío estuvo acompañado de su hermana, su maestra de primaria Socorro Arce, el monero Paco Navarrete y amigos que al final aprovecharon el espacio para entablar conversación.
EL INFORMADOR/GONZALO JÁUREGUI
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