Cultura
Llegan a México 24 de las famosas momias de Guanajuato
Están excepcionalmente conservadas gracias a un proceso de deshidratación
Desde que se extrajo el primer cuerpo momificado en 1865, han sido incluidos en el Museo de las Momias de Guanajuato, ciudad Patrimonio de la Humanidad, los cuerpos de 71 mujeres, de 72 hombres, de 13 niños, de 13 niñas, así como tres cabezas y un dorso.
Su conservación parece fruto de la magia pero no lo es, pues, según explicó el director operativo de la muestra, Román Miranda, la conservación de los cuerpos se debe a que "en Guanajuato la mayoría de los muertos no son sepultados bajo tierra, sino que se les introduce en ataúdes que se meten en nichos en la pared".
Estos nichos "se sellan perfectamente por lo que dentro se crea un espacio de vacío y, como no hay oxígeno, el proceso de descomposición se interrumpe y el cuerpo comienza a deshidratarse hasta adquirir la forma momificada", dijo.
Miranda es una de las dos únicas personas autorizadas para mover los cuerpos de las momias y, después de muchos años conviviendo con ellas, asegura haber desarrollado un vínculo afectivo con los cadáveres.
Será por ello el encargado de desembalar los cuerpos que el pasado sábado llegaron a la capital mexicana para ser exhibidos ante el público.
La mayoría de las momias de Guanajuato son anónimas, excepto once de ellas, que tienen nombre y se sabe a qué dedicaron sus vidas.
Esto se debe, explicó Miranda, a que cuando comenzaron a desenterrarse y a visitarse se hacía de forma clandestina, por lo que la gente fue sustrayendo los registros y se perdió para siempre su identidad.
Según el organizador, los cuerpos comenzaron a exhumarse ante la falta de espacio en el cementerio, puesto que con el paso de los años el derecho de renta del espacio vence.
"Si se encuentra un cadáver momificado, sus familiares tienen cinco años para reclamar el cuerpo", explicó, por lo que las momias de Guanajuato "son cadáveres no reclamados por ningún familiar".
Este es el caso de Daniel, el cuerpo más reciente de todo el museo, que falleció en 1984 y pasó a formar parte en 2005 de la colección al no ser reclamado por su familia.
Es un bebé de menos de un año y aparece vestido de San José, como parte de la tradición de vestir a los infantes muertos con el ropaje de algún santo.
Puesto que son cuerpos de gente que vivió hace relativamente pocos años, las momias de Guanajuato siempre han estado rodeadas de misticismo y leyendas, como aquella que asegura que se escucha llorar el pequeño Daniel.
"Creo que hay personas con más o menos sensibilidad que otras y es por eso que sienten presencias", dijo Miranda.
A pesar de las leyendas, apuntó, "la exhibición no es la casa del terror" sino una exposición seria.
Además de las 24 piezas de Guanajuato, en la muestra habrá doce piezas más de la colección del Museo de las Momias de Celaya.
Las momias de Guanajuato visitará también Estados Unidos, con una exposición itinerante por ciudades como Los Ángeles y Chicago que se iniciará el próximo 25 de octubre en Detroit.
Se espera que posteriormente las momias puedan cruzar por primera vez el Atlántico y visiten Europa, con exposiciones en países como Francia y España.
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