Cultura

Literatura que regresa a la niñez

'El cuerpo secreto' de Mariana Torres teje 34 relatos narrados por niños

GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2015).- Narrar desde la infancia. O desde muchas infancias, distintas todas. El libro de cuentos de Mariana Torres "El cuerpo secreto" teje a través de 34 relatos, siempre narrados por niños, una serie de historias que se detienen en la inocencia, el dolor y la crueldad. “Yo digo mucho que no es un libro que se trate exactamente de la infancia”, refirió Mariana,  “los niños son los personajes que están enhebrando una historia para contar otra cosa. Un niño es una personita humana que está muy pegada a sus emociones y a su cuerpo. La parte intelectual, lógica es menos importante. Los adultos nos transformamos en un cuerpo que traslada la cabeza a las reuniones. El cuerpo pierde protagonismo. Pensamos mucho en el pasado y en el futuro. Los niños son presente, son emoción y son cuerpo”.

La presencia del cuerpo, entonces, también es protagónica en cada narración, “el cuerpo está presente en casi todos los cuentos. Hay muchos huesos, hay muchas rodillas, hay muchos personajes que son cáscara. El cuerpo al final es una cáscara que envuelve nuestra emoción. También hay muchas cajas, personajes que tienen otro tipo de armaduras para proteger su propio cuerpo. Digamos que el cuerpo actúa sin que lo comprendamos: es sabio, es sutil, es secreto. Reacciona con el mundo sin que nosotros lo comprendamos completamente”, señaló la autora.

Mariana creció en Brasil. A los ocho años se mudó a España. El español y el portugués son sus lenguas maternas, pero el español se impuso en su escritura por tener mayor presencia en su etapa escolar. Sin embargo, todo el imaginario infantil que tuvo en Brasil habita cada relato “hay mucho de Brasil en este libro. Brasil es un lugar exuberante, tropical, la tierra es muy importante. Crecen plantas por todas partes. Se rompen la calle y las aceras porque las raíces invaden todo. Hay mucho de eso en el libro porque hay personajes que tienen un árbol dentro, un niño que tiene un corazón de piedra, personajes que vuelven a la tierra. Un mundo híbrido que se mezcla con mi imaginario infantil brasileño. El portugués lo tengo un poco olvidado, pero son historias que en esa lengua sonarían muy bien”.

Dicen que un <strong>libro</strong> está hecho de lecturas recuperadas, Mariana comenta “el colofón del libro es un homenaje a Ana María Matute, me di cuenta que mi libro se imprimiría cerca del día que ella nació. Para mí es muy importante su libro 'Los niños tontos', donde también está la infancia y la crueldad. Es más poético que mi trabajo, claro. Hay muchos homenajes también a Cortázar una de mis lecturas, narradores muy cercanos a él. También vive mucho de Sam Shepard, de los pequeños fragmentos de 'Crónicas de motel' que son como estampas. Una descripción de una situación pero que detrás hay mucho fondo”.
    
Libros en la maleta

“Estoy releyendo 'El guardián entre el centeno' de Salinger. Lo he leído como unas treinta veces. Siempre me gusta llevar un libro en los viajes de esos que has leído muchas veces porque te sientes más en casa”.

EL INFORMADOR / CARLOS ARMENTA
Síguenos en

Temas

Sigue navegando