Cultura

Literatura mexicana más allá de la narcoviolencia

El el marco del Festival Hay en Xalapa, la revista Granta lanza su nuevo número

XALAPA, VERACRUZ (08/OCT/2012).- Granta en español presentó en el festival Hay de Xalapa su décimotercer número, en el que ha reunido a un grupo de autores de diferentes generaciones que constituye una muestra representativa de “la otra cara de las letras mexicanas”. Hugo Hiriart, Álvaro Uribe, Pablo Soler Frost, Valeria Luiselli, Guadalupe Nettel o Verónica Murguía presentan cuentos inéditos o fragmentos en proceso de escritura donde no predomina el narcotráfico. En consonancia, la revista ha sacado de los archivos de Roberto Bolaño dos inéditos: una autobiografía y el Manifiesto infrarrealista.

Aurelio Major y Valerie Miles, directores de la publicación, explican que “estas colaboraciones de escritores mexicanos pueden inscribirse, para simplificar, en otra tradición de la literatura mexicana. Uno de los objetivos del número es contrastar esta tradición con la imperante boga de escritores que abordan la violencia y asuntos colaterales aunque sea con tratamientos muy diversos pero que distorsionan la recepción de la literatura mexicana’.

Siempre ha estado ahí pero, en los últimos años, se ha visto eclipsada por la repercusión mediática y editorial de la violencia y el narcotráfico. La literatura mexicana nunca se ha desprendido de los temas eternos: amor, muerte, ambición, venganza y la exploración de la condición humana en sus múltiples vertientes.

Un lado B


Es verdad que el contexto influye en la obra de los autores, pero la mayoría ha elegido la ficción más allá de la realidad despiadada y desalmada para adentrarse en otros mundos, aunque parezca que los mexicanos solo escriben de violencia. Una especie de forzado duelo temático: narcoliteratura contra no-narcoliteratura.

“No puedo concebir un país cuya literatura esté ocupada por un solo tema: la crónica del narco. Sería extrañísimo, una especie de cárcel mental”, señala la escritora Verónica Murguía (México, 1960). “Vivir aquí equivale a pensar mucho en el narcotráfico, pero no necesariamente escribir de ello. Me parece normal que haya escritores que se ocupen de otros asuntos en otros registros”.

Para ella, hablar hoy de “la otra literatura” en México no es nuevo. “En el siglo XX, por ejemplo, hubo una obsesión por la novela de la Revolución. Pero también se tocaron otros temas.

Hugo Hiriart escribió Galaor, una novela de caballería. Juan José Arreola recreó a poetas medievales. Francisco Tario escribió una literatura fantástica inclasificable. Las novelas de Alberto Ruy Sánchez ocurren en Marruecos. Y ahora hay más escritores que experimentan en otros mundos”.

Valeria Luiselli (México, 1983) publicó el año pasado su primera novela, Los ingrávidos, “una historia sobre existencias fantasmales llena de melancolía y humor” que transcurre en México y Nueva York, y se opone a la idea de que en su país existan dos literaturas.

Esta entrega de Granta contiene también piezas de autores como Sandra Cisneros, María Venegas, Anthony Doerr y Chris Dennis que tienen como eje a México, pero visto desde Estados Unidos.  

Con información de El País
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