Cultura
Listo, el acervo histórico de la nueva Biblioteca Pública de Jalisco
El edificio que albergará la Juan José Arreola tiene 97% de avance
GUADALAJARA, JALISCO (07/JUN/2011).- En el Norte de la ciudad se erige un edificio peculiar. Alto, ancho y llamativo, ahí, con las paredes forradas de un material muy parecido a la madera, decenas de hombres trabajan a marchas forzadas en afinar detalles, parecen hormigas organizadas laborando ceremoniosamente; saben que tienen el tiempo encima porque el director de la Biblioteca Pública del Estado Juan José Arreola, Juan Manuel Durán, ya tiene una fecha en la mente: El próximo 22 de junio estará a disposición del público el acervo histórico de la nueva Biblioteca Pública del Estado y él espera que “durante la tercera semana de julio ya podamos estar operando con normalidad para todo el público en general”.
No ha sido sencillo. Ver cómo los libros están instalándose en el quinto piso tiene a Durán muy entretenido. Ahora el director de la biblioteca que depende de la Universidad de Guadalajara (UdeG) supervisa al personal mientras suelta cifras como aquella que dice que el edificio tiene un 97% de avance en la obra de infraestructura, mientras que el traslado de documentos, que comenzó el 10 de mayo, ahora tiene un 80% concluido. “Nos falta pero ahí la llevamos. Lo importante no es en tanto la construcción, sino lo que vamos a hacer en ella. Aquí lo más importante son los libros” dijo el universitario, quien dejó la Rectoría del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) para sumarse al proyecto de transformar la Biblioteca Pública del Estado.
La amenaza de postergar fechas
Desde febrero de 2006, fecha en que se colocó la primera piedra, hasta hoy la amenaza de postergar la fecha de inicio de actividades ha sido la constante. Apenas en marzo de este año, el presidente del Consejo del Centro Cultural Universitario, Raúl Padilla, se aventuraba a decir que a finales de mayo se podrían abrir las puertas de la nueva biblioteca instalada en el Núcleo Los Belenes, cosa que no ocurrió porque, como dijo Durán “vamos a comenzar a operar con un presupuesto muy precario”. El costo de operación con el que se necesita iniciar es de 76 millones de pesos pero hasta el momento la biblioteca sólo ha recibido 30, por lo que Durán lamentó que “muchos de los servicios que nos gustaría ofertar de manera inmediata no va ser posible, porque no llega el dinero”.
Entre los servicios que sí podrá ofrecer la Biblioteca Pública a finales de junio será el préstamo de material histórico a especialistas interesados en los acervos que han sido catalogados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Memoria del Mundo, como lo son el Catálogo de Lenguas Indígenas compuesto por 128 tomos y el acervo de la Real Audiencia de la Nueva Galicia, la cual incluye 18 mil expedientes de 1540 a 1823.
De la misma manera, en julio se podrán encontrar más de 2 millones de unidades de información entre libros, revistas y hasta periódicos compuestos en la hemeroteca estatal, la cual tiene diarios que datan desde 1809.
En este momento todos los archivos históricos ya se encuentran en el edificio A, de tal manera que ya están resguardados y lejos del daño que podría ocasionar la humedad, el exceso de luz y los hongos que son ocasionados por este tipo de ambientes.
Materias pendientes
Frente al Parque Agua Azul se queda un edificio que tiene más de 50 años de historia y muchas cuartiaduras que obligan a la Universidad de Guadalajara a evaluar su estructura. “En el sismo del 2003 tuvo daños en su estructura considerables, pero el proyecto con ese edificio tiene que ver con dotar de una biblioteca a esa zona, porque su naturaleza es por si sola cultural. Tienes teatros, parques, y casa de cultura alrededor y la intención que conozco es dejar una biblioteca en ese edificio” apuntó Durán.
El edificio antiguo, a la par que hacia las funciones de la Biblioteca Pública del Estado, resguarda todavía lo que se conoce como la Casa de la Cultura Jalisciense. El director también señaló que “tenemos un proyecto de actualización donde es necesario entrar a la revolución digital. Ganas tenemos; lo que nos detiene son los recursos”.
La historia
La Biblioteca Pública del Estado de Jalisco, institución que desde 1925 depende de la Universidad de Guadalajara, reúne características que la diferencian del resto de las bibliotecas universitarias, tanto en el aspecto administrativo como por sus acervos, servicios y atención a los usuarios.
Desde su nacimiento hace más de 150 años, la Biblioteca se originó bajo dos vertientes: como biblioteca pública propiamente dicha y como biblioteca histórica con su área de fondos especiales. Poco a poco fue perfilándose también como la primera hemeroteca en el interior del país albergando y manejando desde sus inicios una gran diversidad de acervos. Desde 1975 ocupó parte de la edificación de la Casa de la Cultura Jalisciense y ahora tendrá su sede en el Centro Cultural Universitario ubicado en el Núcleo los Belenes, en el Norte de la ciudad.
Para saber
La nueva sede de la Biblioteca Pública del Estado pretende contar con distintos centros de servicios especializados, tales como: Área de Literatura indígena, Área infantil y juvenil, Laboratorios de historia oral, Área Braille, Apoyo a negocios, Centro Internacional, Salas de estudio grupal y lectura silenciosa, Cafetería, Restaurante y Bar.
No ha sido sencillo. Ver cómo los libros están instalándose en el quinto piso tiene a Durán muy entretenido. Ahora el director de la biblioteca que depende de la Universidad de Guadalajara (UdeG) supervisa al personal mientras suelta cifras como aquella que dice que el edificio tiene un 97% de avance en la obra de infraestructura, mientras que el traslado de documentos, que comenzó el 10 de mayo, ahora tiene un 80% concluido. “Nos falta pero ahí la llevamos. Lo importante no es en tanto la construcción, sino lo que vamos a hacer en ella. Aquí lo más importante son los libros” dijo el universitario, quien dejó la Rectoría del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) para sumarse al proyecto de transformar la Biblioteca Pública del Estado.
La amenaza de postergar fechas
Desde febrero de 2006, fecha en que se colocó la primera piedra, hasta hoy la amenaza de postergar la fecha de inicio de actividades ha sido la constante. Apenas en marzo de este año, el presidente del Consejo del Centro Cultural Universitario, Raúl Padilla, se aventuraba a decir que a finales de mayo se podrían abrir las puertas de la nueva biblioteca instalada en el Núcleo Los Belenes, cosa que no ocurrió porque, como dijo Durán “vamos a comenzar a operar con un presupuesto muy precario”. El costo de operación con el que se necesita iniciar es de 76 millones de pesos pero hasta el momento la biblioteca sólo ha recibido 30, por lo que Durán lamentó que “muchos de los servicios que nos gustaría ofertar de manera inmediata no va ser posible, porque no llega el dinero”.
Entre los servicios que sí podrá ofrecer la Biblioteca Pública a finales de junio será el préstamo de material histórico a especialistas interesados en los acervos que han sido catalogados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Memoria del Mundo, como lo son el Catálogo de Lenguas Indígenas compuesto por 128 tomos y el acervo de la Real Audiencia de la Nueva Galicia, la cual incluye 18 mil expedientes de 1540 a 1823.
De la misma manera, en julio se podrán encontrar más de 2 millones de unidades de información entre libros, revistas y hasta periódicos compuestos en la hemeroteca estatal, la cual tiene diarios que datan desde 1809.
En este momento todos los archivos históricos ya se encuentran en el edificio A, de tal manera que ya están resguardados y lejos del daño que podría ocasionar la humedad, el exceso de luz y los hongos que son ocasionados por este tipo de ambientes.
Materias pendientes
Frente al Parque Agua Azul se queda un edificio que tiene más de 50 años de historia y muchas cuartiaduras que obligan a la Universidad de Guadalajara a evaluar su estructura. “En el sismo del 2003 tuvo daños en su estructura considerables, pero el proyecto con ese edificio tiene que ver con dotar de una biblioteca a esa zona, porque su naturaleza es por si sola cultural. Tienes teatros, parques, y casa de cultura alrededor y la intención que conozco es dejar una biblioteca en ese edificio” apuntó Durán.
El edificio antiguo, a la par que hacia las funciones de la Biblioteca Pública del Estado, resguarda todavía lo que se conoce como la Casa de la Cultura Jalisciense. El director también señaló que “tenemos un proyecto de actualización donde es necesario entrar a la revolución digital. Ganas tenemos; lo que nos detiene son los recursos”.
La historia
La Biblioteca Pública del Estado de Jalisco, institución que desde 1925 depende de la Universidad de Guadalajara, reúne características que la diferencian del resto de las bibliotecas universitarias, tanto en el aspecto administrativo como por sus acervos, servicios y atención a los usuarios.
Desde su nacimiento hace más de 150 años, la Biblioteca se originó bajo dos vertientes: como biblioteca pública propiamente dicha y como biblioteca histórica con su área de fondos especiales. Poco a poco fue perfilándose también como la primera hemeroteca en el interior del país albergando y manejando desde sus inicios una gran diversidad de acervos. Desde 1975 ocupó parte de la edificación de la Casa de la Cultura Jalisciense y ahora tendrá su sede en el Centro Cultural Universitario ubicado en el Núcleo los Belenes, en el Norte de la ciudad.
Para saber
La nueva sede de la Biblioteca Pública del Estado pretende contar con distintos centros de servicios especializados, tales como: Área de Literatura indígena, Área infantil y juvenil, Laboratorios de historia oral, Área Braille, Apoyo a negocios, Centro Internacional, Salas de estudio grupal y lectura silenciosa, Cafetería, Restaurante y Bar.
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