Cultura

Libro devela a un Alfonso Reyes apasionado del arte

El ensayista Héctor Perea explora una faceta poco conocida del prolífico escritor Alfonso Reyes

CIUDAD DE MÉXICO.- El ensayista Héctor Perea explora una faceta poco conocida del prolífico escritor Alfonso Reyes, a quien describe como un apasionado del arte, coleccionista, crítico y partícipe del entorno artístico de su época, en su libro "Ojos de Reyes".

Género difícil de precisar por las virtudes del texto, el trabajo de Perea, quien forma parte del Centro de Estudios Literarios del Instituto de Investigaciones Filológicas, oscila entre el ensayo y la biografía.

Esta obra publicada en la colección "El Estudio", de la Dirección de Literatura de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, ofrece una seria indagación que no elude una narración cercana al lector, cargada de anécdotas y datos curiosos.

Resultado de una búsqueda profunda en una multiplicidad de fuentes, "Ojos de Reyes" es parte de una larga investigación sobre la vida y obra de Alfonso Reyes, que Perea ha trabajado antes en varios títulos.

Entre ellos, "Alfonso Reyes. Iconografía", del cual es coautor; la antología "España en la obra de Alfonso Reyes, Cartas echadas. Correspondencia Alfonso Reyes-Victoria Ocampo", y el ensayo "La caricia de las formas. Alfonso Reyes y el cine".

"Ojos de Reyes" aborda a lo largo de 14 capítulos o ensayos breves diferentes aspectos del escritor y sus andanzas por el mundo del arte; por ejemplo, en cuestión de estética, dibuja un autor parado frente al arte en la actitud de espectador cultivado que marcó su distancia de la crítica.

Perea rastrea en los textos de Reyes las impresiones de éste respecto de la escena artística de su época, la enseñanza de las artes y sus métodos, la valoración de particularidades en la obra de artistas como Diego Rivera, Julio Ruelas, Manuel Rodríguez Lozano y Julio Castellanos.

También, evalúa la crítica artística como valor y sus debilidades, como la excesiva descripción técnica.

Como coleccionista de arte, basta señalar que en la Capilla Alfonsina se encuentran obras de Roberto Montenegro, Forjita, Daniel Vázquez Díaz, Dimitri Ismailovitch, José Moreno Villa, Federico Cantú, Barbieri y Rafael Barradas, entre muchos otros.

El serio conocimiento de la historia del arte con que contaba Reyes se complementaba con su actividad como coleccionista, el arte de sus letras y algunas incursiones gráficas; escribió sobre pintura, tomó fotografías y realizó bocetos de París, Río de Janeiro y el Cerro de la Silla.

Siempre estuvo consciente de que la suya era una época de grandes cambios y desarrollo para el arte mexicano, de tal forma que fue un promotor del muralismo mexicano.

Esto lo supo, curiosamente, gracias a la vida en Europa que le llevó a conocer corrientes artísticas en su plenitud como el cubismo y el expresionismo cinematográfico, y pudo así establecer comparaciones.

Perea reconstruye y contextualiza el momento histórico de Reyes y a la vez que cruza fuentes, textos y personajes, sintetiza una época.

Quizá el nombre de este trabajo, "Ojos de Reyes", se sustenta en la extensión de la cita que señala a Reyes como poseedor de unos ojos penetrantes, sensibles y analíticos.

Héctor Perea estudió Periodismo y Comunicación Colectiva en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, se doctoró en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid y cursó guionismo en el Centro de Capacitación Cinematográfica.

Se inició como escritor en el taller de narrativa de la Capilla Alfonsina, el lugar que Alfonso Reyes estableció para sus libros en 1939, tras dejar sus labores diplomáticas, y que pronto se convirtió en un centro de reunión de intelectuales.

Obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural 'Rosario Castellanos', en 1989, y ha colaborado en la revista Punto de Partida, en el periódico español El País y en reconocidos suplementos culturales como El Angel, La Cultura en México, La Jornada Semanal y Sábado.
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