Cultura
Libre, Ai Weiwei
Un amplio movimiento internacional se creó para reclamar su liberación
Ai Weiwei, de 54 años, artista vanguardista y disidente del régimen comunista fue detenido a principios de abril cuando trataba de tomar un avión para abandonar China. Desde entonces se encontraba en un lugar secreto.
El propio Ai Weiwei confirmó su liberación al sitio web del diario popular alemán Bild el miércoles.
"Estoy bien. Ya he vuelto a casa. Soy libre, pero no puedo hablar, por favor comprendan", dijo.
Su detención se había producido en el marco de la mayor operación del gobierno chino contra la disidencia en los últimos años, aunque las autoridades dijeron posteriormente que se procesaban delitos de evasión de impuestos y de destrucción de documentos contables.
"La policía de Beijing dijo este miércoles que Ai Weiwei fue liberado bajo fianza por su buena actitud al confesar sus crímenes y también porque sufre de una enfermedad crónica", anunció la agencia estatal China Nueva, que añadió que Weiwei se comprometió a pagar los impuestos que le reclama el fisco.
Al tiempo que celebraba la noticia de su liberación, la canciller alemana Angela Merkel pidió que se eluciden de forma "transparente" los cargos contra el artista.
La detención de Weiwei "fue a la vez injustificable e inaceptable", denunció por su parte el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek. "Es característica de la represión generalizada que se abatió recientemente sobre los militantes de los derechos humanos y los disidentes en China", afirmó.
Las autoridades chinas habían dejado entender recientemente que Ai Weiwei era culpable de una evasión fiscal de gran magnitud, lo que dejaba presagiar una prolongada condena de cárcel.
Pero según fuentes informadas, China no sabía cómo solucionar el caso Ai Weiwei, a causa de la notoriedad mundial del artista y de la magnitud de las protestas tras su detención.
El anuncio del miércoles permite a Beijing encontrar una salida. Desde hacía algún tiempo circulaban rumores de su liberación inminente en el internet chino, antes de ser borrados por los censores.
El artista, que participó en la concepción del célebre "Nido de Pájaro", el estadio de los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, criticó en numerosas ocasiones al poder y defendió causas humanitarias.
El artista había llevado a cabo un virulento combate para denunciar la corrupción causante del derrumbamiento de escuelas construidas de manera irregular en Sichuan que habían provocado la muerte de centenares de niños en el sismo de 2008.
Una compañía controlada por Ai Weiwei, la "Beijing Fake Cultural Development Ltd", fue declarada culpable de "una evasión fiscal masiva y de destrucción intencional de documentos contables", según la agencia.
Su taller de Shanghai había sido recientemente destruido.
La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) expresó su satisfacción por la liberación del artista, aun cuando expresó su inquietud por las condiciones en que se había producido.
"Las autoridades podrían imponer un pacto según el cual no se comprometería más públicamente con asuntos de derechos humanos", declaró Phelim Kine, de HRW.
Síguenos en