Cultura
''Leonora Carrington es tan grande como Frida Kahlo'': Poniatowska
En su nuevo libro ''Leonora'', la escritora aborda la vida de la pintora mexicana de origen británico y señala que es ''tan única como lo fue Frida Kahlo''
"Creo que (Carrington) es cada vez más fuerte y que va a ser más fuerte a medida que pase el tiempo. Es, de veras, tan única como lo fue Frida Kahlo en su época, nada más que ella no quiso hacerse pública", declaró la autora de la novela "Leonora" (Planeta, 2011), cuyo personaje principal está inspirado en Carrington.
Poniatowsa sostiene que, "sin compararlas porque pintan distinto" pese a ser surrealistas y a que "vivían de forma distinta", la altura artística de Leonora (Chorley, Inglaterra, 1917) no tiene nada que envidiarle a Frida.
La periodista y escritora mexicana rebosa entusiasmo y admiración cuando habla de Leonora, de 93 años.
"Lo que más me ha llamado la atención de ella fue su enorme sentido del humor, su enorme originalidad y luego, también, su talento. Es una gente de verdadero talento para pintar pero también para escribir", asegura.
La novela que ha escrito lA "por su carácter, por su forma de ser, por la época en la que vivió" Carrington.
En su infancia, que se desarrolló en un ambiente aristocrático, pasó por varias escuelas religiosas pero no encajó en ellas. Fue la rebeldía un rasgo de su personalidad "que la marcó totalmente desde niña", señala Poniatowska.
"Ella la cultivó a lo largo del tiempo y creo que ahorita también (...) primero contra su padre, las reglas de su medio social", la clase alta y la realeza británicas, y "después, contra cualquiera que quisiera someterla", señala la escritora.
Compañera en su juventud del pintor alemán Max Ernst (1891-1976), con quien vivió en París, conoció a otras figuras del movimiento surrealista como Salvador Dalí, Marcel Duchamp, André Breton y Pablo Picasso.
Carrington huiría del nazismo a España, y de allí a Portugal, desde donde, ayudada por el diplomático y escritor mexicano Renato Leduc, viajó a Estados Unidos y finalmente a México, en 1943.
"Se identificó mucho con el país por todo lo de la magia, los sortilegios", presentes en sus óleos y que en cierta medida entroncaban con la mitología celta que también es "muy fuerte" en su obra.
A diferencia de otros artistas, Carrington "no cree ni en la celebridad ni en el éxito", asegura Poniatowska, quien ve como motor de su vida actual "el amor de sus dos hijos, Gaby y Pablo" Weisz, de su matrimonio con el fotógrafo rumano Emericz Chiki Weisz.
"Ella no quiere estar en el candelero, no cree en las entrevistas ni en la publicidad, no le gusta, la rechaza. Le aburre mucho que le hagan preguntas", asegura.
Confiesa que a la artista le apasiona la conversación y, en contraste, "la saca de quicio" que le hablen o pregunten sobre Ernst.
Una de sus mejores amigas en este país fue la española Remedios Varo (1908-1963), con quien compartía proyectos, ideales antifascistas y angustias.
"Las dos tenían un mundo privado semejante. Se habían conocido en Francia, y su pintura tiene similitudes", además de su trayectoria vital pues ambas se reecontraron en México tras haber escapado de la guerra.
El estilo de ambas refleja mundos oníricos y mágicos, que en el caso de Carrington, se plasman en obras como el mural "El mundo mágico de los mayas", que se encuentra en el Museo de Antropología de la capital mexicana.
Actualmente Carrington vive en su casa de la capital mexicana "como una inglesa".
"Ella te ofrece siempre té, le gusta la mesa redonda de la cocina, y ella siempre está en lo mismo, en lo de ella, en su mundo. Ha transportado Inglaterra a su casa (...) pero le ha añadido un montón de motivos mexicanos", señala la escritora.
La próxima semana Poniatowska estará en España hablando de Carrington a un público lector que quizás no esté tan familiarizado ni con la trayectoria artística ni con la obra de la artista británica.
No sabe aún cómo presentará a la fenomenal artista: "Ojalá y me inspiren toda la corte celestial y la Virgen de Guadalupe", concluye.
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