Cultura

Leonardo Padura indaga en el coste de la libertad en ''Herejes''

La novela ''Herejes'' de Leonardo Padura es una novela negra e histórica con el drama de la persecución y el exilio de fondo

MADRID, ESPAÑA (16/SEP/2013).- ¿Qué precio se ve obligado a pagar el hombre por ejercer su libertad en cualquier sociedad? Esta pregunta resume la esencia de "Herejes", la nueva e intensa novela del autor cubano Leonardo Padura, una narración en clave de novela negra e histórica con el drama de la persecución y el exilio de fondo.

"Herejes" (Tusquets) retoma un capítulo "bochornoso", en palabras del propio Padura (La Habana, 1955), el abandono de más de novecientos judíos que viajaban en el S.S. Saint Louis, en 1939, huyendo de los nazis y cuyo propósito era que fueran acogidos en Cuba.

El barco pasó varios días fondeando frente a la Habana esperando que se autorizara el desembarco de los refugiados, pero éste nunca llegó y el barco volvió a Alemania, con el final que Himmler tenía preparados para ellos, el llamado "programa de limpieza".

Pero este es el punto de fuga que le permite a Padura construir un dibujo histórico, que se divide en tres partes y que se inicia en 1939 en la Habana y la imagen del niño Daniel Kaminsky y su tío (judíos polacos procedentes de Polonia) esperando en el muelle a que su familia desembarque del Saint Louis.

Y en este gran mosaico, el autor de "El hombre que amaba a los perros", introduce el enigma y la clave negra que recorre toda la novela, países y espacio temporal y que no es otro que el misterio que rodea un lienzo que pintó Rembradt en 1647 y que posee la familia Kaminsky desde el siglo XVII.

Este pequeño lienzo se supone que lo llevaba consigo el padre del niño en el barco, pero aparece en 2007 en una subasta en Londres, algo que tendrá que descubrir el investigador y alter ego de Padura, que ahora se dedica a vender libros, Mario Conde.

"Aunque la política está en todos los sitios, en 'Herejes' he tratado -a diferencia de 'El hombre amaba a los perros', porque era inevitable hablando de Trostski, Ramón Mercader o la caída del comunismo-, de poner en primer plano el drama humano y el deseo de libertad del hombre en todas las sociedades, porque siempre hay un núcleo de poder que ejerce determinadas presiones cuando tratan de desarrollar su libertad individual", explica a Efe Padura.

Padura, que ha tardado más de cuatro años en construir esta novela que presenta una profunda investigación sobre la persecución de los judíos desde el siglo XVII y pasa por Amsterdam, Cuba y Estados Unidos, introduce este enigma con la pintura de Rembrandt, del que también fábula con la cercanía del pintor con los judíos.

"Toda esta historia no es un simple escenario -sostiene el autor- y el cuadro de Rembrandt, primero en Amsterdam, luego con los judíos que llegan a Cuba y que después se van a Estados Unidos para volver otra vez a Cuba, lo utilizo para entender el presente de Cuba y del mundo occidental, porque Cuba es muy occidental", matiza

"Como decía Unamuno hay que partir de lo local para entender lo universal, aclara este escritor y periodista que también posee la nacionalidad española".

Y es que en "Herejes" termina su tercera y última parte con el retrato de la Cuba actual, a través del retrato de los jóvenes y las tribus urbanas.

"Uno de los principales problemas que tiene Cuba hoy es su relación con los más jóvenes", argumenta el escritor.

"La generación de mis padres, que tienen ahora 70 u 80 años, ya no tienen capacidad de cambiar nada; mi generación, la que masivamente fue a la universidad y creo profesionales, se frustró, porque esa capacidad profesional nos hace menos capacitados para ser agresivos y pícaros. Y ahora los más jóvenes no creen en los proyectos colectivos, y los mejores se están yendo fuera del país, con el drama que supone eso".

El autor de "Máscaras" asegura que puede escribir en Cuba y que la relación que tiene con los lectores es "dinámica y satisfactoria".

"Desde Cuba trato de dar una visión lo más sincera posible de la realidad cubana porque creo que es necesario y lo hago desde un punto de vista más realista que crítico. Hoy hay más espacio para dar una visión más crítica, el límite está en no tocar a las grandes figuras históricas", subraya Padura.

El escritor reconoce que se puede pagar el coste que conlleva hacer este tipo de libros, en tiempos y en viajes, con el cine y la escritura de guiones.

"El cine me ayuda a tomar distancia entre las novelas. Padura escribió, junto con su esposa, Lucía, el guión de "Siete días en la Habana" y ahora el productor de cine Peter Nadermann junto con la productora de Gerardo Herrero han comprado los derechos de sus cuatros novelas policiales.
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