Cultura
Laura Esquivel retoma la cocina de 'Como agua para chocolate'
Esquivel presenta 'El diario de Tita', la segunda entrega de la historia y que nos muestra a la protagonista bajo otro ángulo
La segunda entrega está escrita en forma de diario, el libro que llevaba la protagonista de la primera historia. Con fotografías, ilustraciones y flores, Tita regresa para revelar dos décadas que no son contadas en “Como agua para chocolate”. “Pueden encontrar todo lo que pasó con ella a partir de su decisión de no casarse con John Brown, quedarse en el rancho y concretar su revolución. Qué pasó entre ella y Pedro, cómo vivieron esos 20 años”.
La comida sigue siendo un elemento crucial, y las revoluciones siguen presentes. No solo en su obra, también desde el asiento que ocupa en la Cámara de Diputados de México. “Si en ‘Como agua para chocolate’ decía que somos lo que comemos, en la segunda parte digo también que somos lo que sembramos”, afirma convencida. Como diputada de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido que creó el excandidato a la presidencia Andrés Manuel López Obrador, asegura que en la política también se empieza por la siembra. “Todos los de Morena donamos la mitad de nuestro salario a una universidad que creó la organización. Es lo que estamos sembrando”.
En “El diario de Tita” (Suma de Letras), la protagonista describe con detalle su lucha por acabar con una tradición familiar que considera injusta. Y aunque parece triunfar, sabe que su éxito se verá reflejado en las generaciones siguientes. Al igual que ella, Esquivel está consciente de que a nivel legislativo “es difícil concretar la voluntad de cambio, porque hay acuerdos de una mayoría aplastante que no lo permiten”, pero asegura que el simple hecho de llegar a la Cámara de Diputados es significativo.
Tintes políticos
Un ejemplo de lo que no ha podido cambiar como diputada es la “Ley 3de3”, una iniciativa ciudadana por la que políticos y empresarios debían hacer públicos sus bienes e intereses personales, y que fue aprobada en junio con polémicos cambios. “Es tan increíble que ellos [el Gobierno] sigan empeñados en evitar la transparencia. Dicen que la reforma educativa no es negociable, pero cuando se aprobó la Ley 3de3 y los empresarios salieron a marchar de traje y corbata, el Presidente pidió inmediatamente que ellos no presenten declaración”, dice indignada. “Esa ley sí es negociable porque iban a salir todas las ligas del Gobierno con las grandes compañías constructoras. La casa donde vive el Presidente saldría ahí inmediatamente, de dónde vino y cuáles son sus nexos”.
El País
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