Cultura
Las miradas de Caleidoscopio
En el Festival de las letras centenares de niños y jóvenes disfrutan las actividades programadas
GUADALAJARA, JALISCO (31/MAY/2011).- "¿Qué es mamá?" Le dijo el niño suplicando información. Ella le mucitó al oido "Empieza con S y termina con A. Una sorpresa, y las sorpresas si se dicen ya no son sorpresas". Esta mañana Celia Ortega Perez acompañó a su hijo Miguel Martínez al concurso de ortografía. Cuando supo que no había ganado ninguno de los tres primeros lugares lo que se le ocurrió fue decirle que hoy por la tarde le daría una sorpresa por su esfuerzo. "No podemos dejar de motivarlos" dice la orgullosa madre del niño. Aunque ella aclara "mi hijo no necesita ganar para demostrar nada, en la casa él es un ganador".
Así como Miguel hay cientos de niños que esta semana están disfrutando de las actividades del primer Festival Cultural de las Letras Caleidoscopio. Por ser primerizos hay jóvenes con playeras naranjas de organizadores. Las piernas no les alcanzan y los eventos se saturan.
Sugey Sánchez tiene ocho años y la sonrisa agujerada. Está mudando de dentadura y no le cabe la alegria en la mirada después de ver una obra de titeres. "Aprendí a no robar y ser más contenta". Si ella pudiera hacer un comercial para invitar a los niños a venir simplemente no lo haría porque sólo sabe decir que aquí "hay muchas cosas bien padres para los ñiños"
Y es que en el aprender está el dar. Lupita González y Liliana Polikevics son las "misses" de la Bretton School que se encargan de un grupo de 30 niños. Lupita dice que "para mi es muy importante que este tipo de eventos se lleven a cabo porque motivan a los niños a ir ese día a la escuela. Son espacios divertidos, didácticos y que fomentan la lectura. Ambas, aunque sudan correteando pequeños, les gusta saber que sus alumnos regresarán a casa contentos. Su mirada, como la de muchos, ahora observa que Caleidoscopio apenas es una promesa; y que esta semana todavía tiene vida hasta el próximo domingo.
EL INFORMADOR / OMAR GARCÍA
Así como Miguel hay cientos de niños que esta semana están disfrutando de las actividades del primer Festival Cultural de las Letras Caleidoscopio. Por ser primerizos hay jóvenes con playeras naranjas de organizadores. Las piernas no les alcanzan y los eventos se saturan.
Sugey Sánchez tiene ocho años y la sonrisa agujerada. Está mudando de dentadura y no le cabe la alegria en la mirada después de ver una obra de titeres. "Aprendí a no robar y ser más contenta". Si ella pudiera hacer un comercial para invitar a los niños a venir simplemente no lo haría porque sólo sabe decir que aquí "hay muchas cosas bien padres para los ñiños"
Y es que en el aprender está el dar. Lupita González y Liliana Polikevics son las "misses" de la Bretton School que se encargan de un grupo de 30 niños. Lupita dice que "para mi es muy importante que este tipo de eventos se lleven a cabo porque motivan a los niños a ir ese día a la escuela. Son espacios divertidos, didácticos y que fomentan la lectura. Ambas, aunque sudan correteando pequeños, les gusta saber que sus alumnos regresarán a casa contentos. Su mirada, como la de muchos, ahora observa que Caleidoscopio apenas es una promesa; y que esta semana todavía tiene vida hasta el próximo domingo.
EL INFORMADOR / OMAR GARCÍA
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