Cultura
Las letras de Berman cruzan el Atlántico
La novela titulada ''La mujer que buceó dentro del corazón del mundo'' cuenta la historia de una joven autista
La autora es licenciada en Letras y en Psicología clínica explica que vive de contar historias, “unas verídicas que narro detalle por detalle, y entonces llamo al resultado periodismo. Otras donde a los detalles sucedidos agrego unos que merecieran suceder; entonces llamo al resultado ficción”.
La narradora y observadora de la sociedad se posiciona de lado de las minorías como lo demuestra en su personaje Karen que “me ha enseñado a pensar e incluso a estar fuera del pensamiento, aunque ella es mucho más inteligente”.
“A mí me gustaría ver que la política tiene sus raíces en otros intereses, por ejemplo en la verdad. Soy una persona radicalmente de izquierdas, pero a lo que dedico mi vida no es a eso. Quiero defender a las minorías, dime el nombre de una y estaré ahí”, dice la capitalina.
Karen podría haber sido una salvaje, sin más estímulos que los de un animal enjaulado. Pero también podría convertirse, y su creadora así lo decide, en una brillante y triunfadora empresaria. “Al hacerla casi asexuada la he liberado de 20 años de obsesión. Una suerte”, apunta. “Soy fan de ella, es una mujer a la que no le importan los patriotismos, no pierde el tiempo peinándose, no tiene que elegir qué ponerse, no le importan los idiomas”. Y añade: “Ni siquiera sabe mentir, no posee las conexiones neurológicas para mentir, por lo tanto no tiene fantasía, ni religión, no se cuenta historias sobre la realidad. ¡Por fin alguien que ve la realidad como es y no como quiere que sea”.
Su libro, escrito en primera persona, no intenta salvar el mundo porque esa es una tarea individual, “si quieres ser feliz, la única manera de lograrlo es relacionándote con la realidad a través de los sentidos de tu cuerpo, y no del pensamiento. Lo otro es política”, afirma Berman.
Una personalidad a favor de las minorías
“Técnicamente uno de derechas tiene fe en verdades absolutas, que no existen, y tiene prohibida la discusión porque cree en lo que no es verdad y lo que se ajusta a la realidad es destruido e ignorado. La mente de izquierdas es una mente científica, la verdad se indaga, se cifra, se comprueba y recomprueba, las soluciones que derivan de ella son complejas. Es un pensamiento mucho más lento y generoso”, señala la autora. Y lleva esta reflexión a su entorno: “En México estamos en guerra porque un pensamiento simple de derechas ha decidido que el mal es la droga. No ha habido una indagación de si es mala, de cuántos consumen. Porque el problema de los mexicanos no es la droga, sino la pequeña criminalidad que hacen los peces chiquitos que rodean a la ballena del narco: el secuestro, el robo. Si nos hubiéramos dirigido por los pececitos se hubiera resuelto, y la ballena que cruce y pase de largo. Pero la derecha dice que no lo hacemos porque somos buenos. Es muy peligroso el pensamiento de derechas”, finaliza la también psicóloga.
El País
''Si quieres ser feliz, la única manera de lograrlo es relacionándote con la realidad a través de los sentidos de tu cuerpo''
Sabina Berman, escritora.
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