Cultura
Labastida: cita luminosa con la poesía desesperanzada
LITERATURA. La lectura tendrá lugar en el Museo de Arqueología de Occidente, a las 19:00 horas
Y es que si llega a tal conclusión es porque la figura que da nombre a esta cátedra cuenta con una connotación emblemática tanto para las letras como para la política. “Yáñez no fue solamente un gran escritor”, considera. “Subrayo que fue un gran funcionario público, gobernador del Estado, secretario de Educación Pública, director de la Academia Mexicana de la Lengua. Fue un escritor emblemático en muchos sentidos y ocupar la cátedra que lleva su nombre para mí representa un altísimo honor”.
En un encuentro con medios de comunicación, el académico descató que ahora no se advierten ya esas grandes figuras que supieron prestar su pluma para una causa política y social. Ya no vemos figuras como Ignacio Manuel Altamirano, que abogó por la identidad nacional, a través de la literatura; un José Vasconcelos, que exaltó a Latinoamérica como la tierra fértil donde podría reverdecer una humanidad mestiza unida.
“Hubo una época en la cual los escritores ponían su talento al servicio del Estado. Después de la Revolución muchos intelectuales sintieron la obligación de servir al país. Había un propósito, ideales. Yo creo que a partir de los cincuenta el paradigma se vino abajo. En México muchos comenzamos a criticar la Revolución y dejamos esa ilusión.
Ahora deberíamos crear un nuevo paradigma más allá del futbolista o el cantante de plástico. El grave problema de nuestra época es como el poema de T. S. Elliot, que dice que la tierra está baldía, no tiene asidero, no tenemos para dónde ir”. Labastida crea una cronología de la República de las Letras. Luego del logro de Altamirano, Justo Sierra condujo la literatura a la educación. De allí, Alfonso Reyes y Octavio Paz fueron esos emblemas mexicanos de la literatura. “Después de ellos ya no hubo sucesor, porque Fuentes no lo fue, más bien fue el embajador en el extranjero”.
Pero este discurso fue un pretexto que surgió a partir de Agustín Yáñez. La participación del sinaloense radicado en la capital consistirá en la lectura de su poema publicado más recientemente: En el centro del año. Poema complejo y extenso, dividido en cinco cantos: tres de ellos muy largos y dos muy breves. “Ese poema está muy entretejido con lo filosófico”.
A través de su poema, Labastida se vislumbra como una persona que ve la vida sin esperanza. “Vivo sin ilusiones pero creo que es necesario vivir la vida. Me he considerado también sin creencias mayores, descreo del alma, de Dios, de una esperanza en el futuro. Creo que lo que uno tiene que hacer lo tiene que hacer en esta vida. Es la única que existe. Esas cuestiones entreveradas no desde una visión filosófica. La poesía no da razones, no explica, no argumenta, ofrece imágenes...”. La Cátedra Agustín Yáñez se llevará a cabo este jueves 20 de septiembre, a las 19:00 horas, en el Museo de Arqueología de Occidente, sita en Zaragoza 224 ,entre San Felipe y Reforma.
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