Cultura
La vocación de animal de Gustavo Iñiguez
Autor presenta poemario publicado por Mantis y la Secretaría de Cultura de Jalisco (SCJ)
poemario "Vocación de animal", un trabajo en el que parte de una animalidad general, propia de la especie humana, que va limitando hasta llegar a esa parte íntima.
"Tiene un punto de partida erótico, tratando de conciliar la animalidad instintiva del hombre con la cuestión espiritual para darle un cauce estético", explicó en entrevista.
Iñiguez explicó que el texto está dividido en tres espacios, con una especie de introducción en donde el agua asemeja al origen.
"Luego pasa a los pretextos con las pinturas en las cuevas de Altamira, como un intento de reflejar la cuestión de la proyección, de la sombra y la luz en la caverna, después sigo con grandes migraciones, es a partir de las pinturas de Durero y Rembrandt, es un poco a cuento de lo poético, siguiendo con la misma estética de la pintura, después la parte de los desplazamientos".
Al final, mencionó, termina con un poema que trata de sintetizar el avance que venía de las cuevas, pasando por una cuestión medieval y aterrizando por una cuestión individual, la parábola que tiene el discurso.
"Curiosamente cuando trato los temas más generales, hablo en primera persona y cuando trato los temas íntimos hablo en tercera persona, no sé si tenga que ver con el pudor pero fue algo inconsciente".
Luis Armenta Malpica, editor de Mantis, destacó el uso de la primera persona, que del singular se convierte en plural y luego en segunda persona.
"Comienza en un estado de asedio donde la palabra se ha cubierto de piel. Buenos fundamentos de Gustavo, el poeta parece dibujar el universo y traza nada más su autorretrato".
Mario Heredia, escritor, coincidió en que en "Vocación de animal" Gustavo crea un universo simbólico pero no para tratar de contemplar al hombre sino como una necesidad estética de una resurrección.
"El hombre pinta a un animal cuando se da cuenta que hay que dejarlo atrás. Hacia el fondo de esa cueva que son sus propias entrañas. Ésta pérdida de fuerza animal, el levantarse y caminar erguido. Transformarse en ese hombre que le impusieron ser".
Heredia subrayó que a lo largo del poema se trata el asunto de la luz, aunque no significa que al desollarlo este alumbre, sino que el poeta es el que tendría que ser desollado.
"Crea una rosa de los vientos. Trata de recuperar esa parte que todos buscamos, el poeta quizá lo único que busca es ese intento de convertir su animalidad en algo distinto".
EL DATO
La edición presentada consta de mil ejemplares, publicados por Mantis con apoyo de la Secretaría de Cultura de Jalisco. El libro se puede adquirir en el FCE.
EL INFORMADOR / ILSE ASTRID MARTÍNEZ
GUADALAJARA, JALISCO (04/JUN/2016).- El autor Gustavo Iñiguez presentó la noche de este viernes en el Fondo de Cultura Económica (FCE) su
"Tiene un punto de partida erótico, tratando de conciliar la animalidad instintiva del hombre con la cuestión espiritual para darle un cauce estético", explicó en entrevista.
Iñiguez explicó que el texto está dividido en tres espacios, con una especie de introducción en donde el agua asemeja al origen.
"Luego pasa a los pretextos con las pinturas en las cuevas de Altamira, como un intento de reflejar la cuestión de la proyección, de la sombra y la luz en la caverna, después sigo con grandes migraciones, es a partir de las pinturas de Durero y Rembrandt, es un poco a cuento de lo poético, siguiendo con la misma estética de la pintura, después la parte de los desplazamientos".
Al final, mencionó, termina con un poema que trata de sintetizar el avance que venía de las cuevas, pasando por una cuestión medieval y aterrizando por una cuestión individual, la parábola que tiene el discurso.
"Curiosamente cuando trato los temas más generales, hablo en primera persona y cuando trato los temas íntimos hablo en tercera persona, no sé si tenga que ver con el pudor pero fue algo inconsciente".
Luis Armenta Malpica, editor de Mantis, destacó el uso de la primera persona, que del singular se convierte en plural y luego en segunda persona.
"Comienza en un estado de asedio donde la palabra se ha cubierto de piel. Buenos fundamentos de Gustavo, el poeta parece dibujar el universo y traza nada más su autorretrato".
Mario Heredia, escritor, coincidió en que en "Vocación de animal" Gustavo crea un universo simbólico pero no para tratar de contemplar al hombre sino como una necesidad estética de una resurrección.
"El hombre pinta a un animal cuando se da cuenta que hay que dejarlo atrás. Hacia el fondo de esa cueva que son sus propias entrañas. Ésta pérdida de fuerza animal, el levantarse y caminar erguido. Transformarse en ese hombre que le impusieron ser".
Heredia subrayó que a lo largo del poema se trata el asunto de la luz, aunque no significa que al desollarlo este alumbre, sino que el poeta es el que tendría que ser desollado.
"Crea una rosa de los vientos. Trata de recuperar esa parte que todos buscamos, el poeta quizá lo único que busca es ese intento de convertir su animalidad en algo distinto".
EL DATO
La edición presentada consta de mil ejemplares, publicados por Mantis con apoyo de la Secretaría de Cultura de Jalisco. El libro se puede adquirir en el FCE.
EL INFORMADOR / ILSE ASTRID MARTÍNEZ
Síguenos en