Cultura
La visita controlada beneficia a las Pirámides de Teotihuacan
Implementan diversos mecanismos para el control de visitantes que se aplican cada 21 de marzo
Ello ha favorecido al menor desgaste de los bienes arqueológicos, al evitar grandes acumulaciones de gente sobre éstos y por tiempos prolongados.
Así lo informó el arqueólogo Moisés Valadez, titular de la Dirección de Operación de Sitios del INAH, al comentar que el próximo lunes 21 de marzo este tipo de mediciones de flujo de visitantes también se aplicará en otra zonas.
Ellas son Chichén Itzá, Dzibilchaltún, Monte Albán, El Tajín, Xochicalco, Cuicuilco, Altavista, La Quemada, Guachimontones y nuevamente en Teotihuacan.
'Dicho monitoreo tiene como propósito conocer el límite máximo de visitantes que pueden ingresar en un lapso determinado a una Zona de Monumentos Arqueológicos', añadió.
Ello, con la finalidad de asegurar la conservación de los bienes muebles e inmuebles, además de contar con las condiciones necesarias que garanticen una estancia, amén de un recorrido seguro y placentero para el público.
El especialista detalló que desde hace tres años, cada 21 de marzo, el ascenso de visitantes a la Pirámide del Sol, en Teotihuacan, Estado de México, se realiza de manera controlada, mediante grupos de entre 20 y 30 personas cada cinco minutos en promedio.
'Esto ha permitido una mayor protección del monumento prehispánico, a diferencia de años anteriores, cuando no había control y se provocaba la concentración por tiempos prolongados de hasta 200 personas en la cúspide, aglomeraciones en la escalinata y en distintas áreas del mismo', dijo.
El arqueólogo Valadez señaló que desde 2008 se aplica esta medida de control en el flujo de la gente que sube a la Pirámide del Sol, 'ello ha evitado que se generen puntos de estacionalidad que puedan dañar la superficie del monumento'.
El monitoreo, señaló, se llevó a cabo en cuatro áreas de la Zona Arqueológica de Teotihuacan: La Ciudadela, Pirámide y Plaza del Sol, Calzada de los Muertos, y Pirámide y Plaza de la Luna, entre las 07:00 y las 17:00 horas.
En este sentido, abundó, entre las 12:00 y las 13:00 horas los espacios que tuvieron mayor número de visitantes fueron la Pirámide y la Plaza del Sol, que llegaron a concentrar hasta 12 mil 700 personas, comportamiento que está relacionado con el deseo de estar en la pirámide en el momento en el que el Sol se encuentra justamente en el firmamento.
'Este es el momento crítico, porque la gente hace una larga fila para subir y debe esperar más de tres horas para llegar a la cima de la pirámide', comentó.
'Por eso es necesaria la presencia de custodios que controlen el ascenso por grupos, y que los vigilantes ubicados en la parte de arriba impidan que la gente se detenga en la cúspide, para ello se coloca un andador de madera, que a su vez protege la superficie', añadió.
Dicho comportamiento responde a la creencia que los visitantes tienen de 'cargarse de energía' durante la entrada de la primavera, y acuden cada 21 de marzo a las zonas arqueológicas para subir a las pirámides, idea que carece de sustento científico, como ya lo han reiterado los especialistas.
Moisés Valadez comentó que la estacionalidad, es decir, el tiempo que la gente permanece en un determinado sitio, está relacionada con la espera de los visitantes para subir a las estructuras arqueológicas, principalmente en la Pirámide del Sol, o de la gente que aguarda a sus acompañantes mientras se toman fotografías, compran algunos recuerdos, conversan o juegan (en el caso de los niños).
Los puntos de mayor estacionalidad fueron: la Plaza del Sol, la Calzada de los Muertos (tramo comprendido entre la Plaza del Sol y la Plaza de la Luna), el sendero de acceso de la Puerta 1 a la Plaza del Sol, el Altar 1 y 2, la Pirámide de la Luna y la parte central de La Ciudadela, puntos en los que a lo largo de la jornada hubo una concentración de hasta 60 mil visitantes.
En el caso de la Pirámide y la Plaza de la Luna, estos sitios representan la segunda opción de visita, donde se tuvo una afluencia de 14 mil 380 visitantes, de las 07:00 a las 17:00 horas.
Valadez señaló que en la Zona Arqueológica de Teotihuacan sólo se dispone de una superficie de visita aproximada de 165 mil metros cuadrados, ya que cada 21 de marzo permanecen cerradas al público diversas áreas.
'En este sentido, para que las personas puedan tener una estancia cómoda y sin riesgo para su seguridad, es necesario que haya una distancia de 10 metros entre uno y otro visitante', explicó.
Sin embargo, añadió, el 21 de marzo de 2010 este límite fue rebasado entre las 12:00 y las 13:00 horas, ya que sólo había una distancia promedio de tres y medios metros entre las personas.
Expuso que el año pasado, el equinoccio de primavera fue en domingo, día que el acceso a las zonas arqueológicas del país es gratis, y el público tomó esta fecha como día de campo.
'Este año será en lunes y se cobrará el acceso, por lo que podremos ver qué respuesta habrá de los visitantes, si realmente desean presenciar el equinoccio aunque tengan que pagar', preguntó.
Para evitar la concentración masiva de público en las zonas arqueológicas, cada año el INAH lleva a cabo una campaña nacional de difusión y protección del patrimonio cultural; en esta ocasión tiene como lema 'íAbre los ojos! 180 zonas arqueológicas abiertas para ti'.
A través de esa campaña, se recomienda a la sociedad evitar aglomeraciones y acudir a los sitios poco conocidos, entre ellos, los recientemente abiertos al público, como Bocana Copalita, en Oaxaca; Peralta y Cañada de la Virgen, en Guanajuato; Tehuacalco, en Guerrero, y Chiapa de Corzo, en Chiapas. Dicha campaña también se puede ver en el canal de INAHTV en YouTube.
Finalmente, Valadez comentó que el monitoreo realizado en la Zona Arqueológica de Teotihuacan pretende ofrecer alternativas para el mejoramiento de estrategias de manejo operativo, previniendo el posible impacto sobre la integridad de los elementos arqueológicos, así como la seguridad de los visitantes.
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