Cultura
La universidad debe ser ''para una élite'': Umberto Eco
Eco señala que el exceso de alumnos entorpece la actividad académica y aboca a las universidades a la crisis
BURGOS, ESPAÑA (23/MAY/2013).- El excesivo número de alumnos y la sustitución del papel del docente por internet son los principales problemas de las universidades, sostuvo ayer el escritor Umberto Eco, quien señala que estas instituciones académicas deben ser “para una élite” como recordó que fue en sus mejores épocas.
El exceso de alumnos entorpece la actividad académica y aboca a las universidades a la crisis, mientras que la progresiva influencia de las nuevas tecnologías ha modificado la relación de los alumnos con los profesores, especialmente a raíz de la “explosión” de internet, desde donde se puede acceder a mucha información, lo que en parte sustituye al papel del docente, explicó.
Eco (Alessandria, Italia, 1932), quien hoy será investido doctor honoris causa por la Universidad de Burgos (Norte de España), ironizó en una rueda de prensa sobre el hecho de que en cada país se piense que la universidad local funciona mal y el resto son mejores, cuando los problemas son comunes, al menos en el caso de Europa.
Eco ha aceptado con especial agrado el nombramiento de doctor honoris causa en Burgos, porque desde joven se sintió atraído por la cultura y la estética medievales.
También recordó “cierto compromiso” por el hecho de que uno de los personajes principales de su novela El nombre de la rosa era Jorge de Burgos. Señaló que escogió inicialmente el nombre en homenaje al escritor argentino Jorge Luis Borges y que no sabía que terminaría siendo el malo del relato, “porque los personajes de las novelas tienen vida propia y toman su propio camino”.
El escritor defendió una cultura “que siempre debe estar en crisis”, porque es “una crítica de la existencia” y aseguró que los intelectuales “no deben salvar la cultura, sino producir”.
A Umberto Eco sólo le preocupa poder morir pensando que no tiene tiempo para hacer todo lo que pretende y que siempre se sintió libre, incluso cuando trabajó para una editorial.
El exceso de alumnos entorpece la actividad académica y aboca a las universidades a la crisis, mientras que la progresiva influencia de las nuevas tecnologías ha modificado la relación de los alumnos con los profesores, especialmente a raíz de la “explosión” de internet, desde donde se puede acceder a mucha información, lo que en parte sustituye al papel del docente, explicó.
Eco (Alessandria, Italia, 1932), quien hoy será investido doctor honoris causa por la Universidad de Burgos (Norte de España), ironizó en una rueda de prensa sobre el hecho de que en cada país se piense que la universidad local funciona mal y el resto son mejores, cuando los problemas son comunes, al menos en el caso de Europa.
Eco ha aceptado con especial agrado el nombramiento de doctor honoris causa en Burgos, porque desde joven se sintió atraído por la cultura y la estética medievales.
También recordó “cierto compromiso” por el hecho de que uno de los personajes principales de su novela El nombre de la rosa era Jorge de Burgos. Señaló que escogió inicialmente el nombre en homenaje al escritor argentino Jorge Luis Borges y que no sabía que terminaría siendo el malo del relato, “porque los personajes de las novelas tienen vida propia y toman su propio camino”.
El escritor defendió una cultura “que siempre debe estar en crisis”, porque es “una crítica de la existencia” y aseguró que los intelectuales “no deben salvar la cultura, sino producir”.
A Umberto Eco sólo le preocupa poder morir pensando que no tiene tiempo para hacer todo lo que pretende y que siempre se sintió libre, incluso cuando trabajó para una editorial.
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