Cultura
La tradición de los charros sigue viva
La charrería es una tradición familiar, aún se transmite de una generación a la otra y además el público ha ido creciendo
En un reciente certamen nacional celebrado en Ciudad de México, exhibieron sus finas artes: el enlazado de yeguas, el coleo y la domesticación de briosos caballos, que ha evolucionado a través de los siglos y se ha venido adaptando a las nuevas exigencias laborales de los ranchos.
Sin embargo, las habilidades del charro y su vestimenta tradicional continúan evocando la vida tradicional de las haciendas.
"Es algo que nos identifica como mexicanos", dijo el miembro de la Asociación Nacional de Charros, Fernando Medellín Leal, que ha estado practicando este deporte durante 30 años. "Se mantienen presentes las tradiciones y los valores culturales como la fuerza, el trabajo, el orden, el respeto".
La charrería es, a menudo, una tradición familiar, que se transmite de una generación a la otra. Los niños son introducidos a este deporte a una muy temprana edad, dos o tres años, y muchos charros pasan décadas en el rodeo.
Los caballos también son sometidos a un riguroso entrenamiento para que respondan de manera inmediata a las órdenes del jinete para bien frenarlos tras una carrera, hacerlos girar en pequeños círculos, o caminar a los lados y hacia atrás.
"El binomio caballo-jinete es cómo se fuera una sola pieza", dijo Medellín.
Pese a la falta de espectadores en el reciente torneo, el presidente de la Asociación Nacional de Charros, Manuel Basurto Rojas, dijo que la participación del público está creciendo. Más de 20.000 charros se registraron para competir, dijo, y el número de asociaciones ha crecido de 40 a más de 1.000, incluyendo más de 300 fundadas en catorce estados de Estados Unidos.
"Con el caballo se hizo la Conquista, se hizo la Independencia, se hizo la Revolución, y es parte de la identidad mexicana", dijo.
En Estados Unidos, algunos eventos que utilizan animales se han venido prohibiendo en medio de críticas de grupos que defienden su integridad. La charrería mexicana aún no se ha enfrentado a tal presión, pese a la aprobación de una reciente legislación que prohíbe el uso de animales en los circos.
"Nosotros, en la charrería, estamos tomando cartas en el asunto", dijo Basurto. "Tenemos códigos, tenemos reglamentos sobre cómo tratar a los animales".
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