Cultura

La protesta y el arte argentino en la FIL

El Instituto Cultural Cabañas da paso a un recorrido a través de más de un siglo de expresión ante un mundo habitado por la injusticia

GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2014).- Las actividades culturales alrededor de la Feria Internacional del Libro (FIL) comienzan ya con la exposición “La protesta: arte y política en la Argentina”. Marisol Schulz, directora del encuentro librero, destacó que éste “es un plato fuerte de la propuesta cultural del país invitado”, que complementa no solamente la oferta literaria al incluir gastronomía, cine, música y artes plásticas. Igualmente es “el banderazo de la FIL”.

La muestra consta de nueve salas que abarcan un lapso mayor a 100 años, desde finales del siglo XIX hasta los comienzos del nuevo milenio. La curaduría es temática y retrata el ánimo político de los artistas: “La rebeldía contra la crisis, no darse por vencidos. Esta exposición también servirá para que vean cómo somos los argentinos y qué hemos pasado”, dijo la embajadora Magdalena Faillace, directora general de asuntos culturales.

La doctora Laura Malosetti Costa (curadora de la exposición junto con la doctora Silvia Dolinko) comentó que son cinco grandes núcleos. Se trata de “un trabajo ambicioso y vasto, más de un siglo de arte argentino”.

Faillace agregó que en Argentina no se ha expuesto una muestra similar, además de que hay varios trabajos que son prácticamente inéditos en su país de origen o que se han visto muy poco. La diplomática agregó: “No quisimos traer una exposición ya hecha, sino algo diferente, nunca visto”.

El primero es “La guerra”, y se remonta a la época final del siglo XIX y al fenómeno de la Primera Guerra Mundial, que provocaría mucha inmigración europea hacia Argentina. El segundo núcleo está influenciado por la guerra civil española, que también llevó una gran cantidad de refugiados políticos. El tercerco es “La revolución”, donde se da cuenta del material producido en los sesenta y setenta, a partir del fervor por la revolución cubana y la imagen del Che Guevara y su simbolismo en América Latina.

El cuarto núcleo es de la denuncia y los derechos humanos, con temas como las madres y abuelas de la Plaza de Mayo. El quinto núcleo se remonta a la crisis de 2001, cuando se reinventaron las formas de protesta: “Parecía que se incendiaba el país”, comentó Faillace. Malosetti y agregó que la muestra fue configurada mucho antes de las protestas actuales que se viven en México, sucesos que propician una relectura de las más de 130 obras pertenecientes a cerca de 50 artistas o grupos creadores: “Dan muestra de la gran aspiración del arte: la utopía, denunciar las injusticias para buscar un mundo mejor”, señaló Laura Malosetti.

Mucha de la obra es gráfica, collage, serigrafía y grabados, además de varios óleos. La constante temática de los artistas es “Su vocación y capacidad de salir adelante”, comentó Laura.

Cuatro focos en la creación

Además de los cinco núcleos temáticos, hay cuatro salas adicionales que corresponden al trabajo de igual número de creadores: Antonio Berni, Juan Carlos Romero, León Ferrari y Carlos Alonso.

La embajadora Magdalena Faillace, directora general de asuntos culturales, dijo que no se trata de una historia del arte argentino, sino más bien de una selección de lo más representativo, en ocasiones con artistas que hablan por muchos otros que quedaron fuera de la selección.  Antonio Berni es reconocido por su popularidad en su país de origen, “supera a su tiempo, se redescubre”.

Destacó la obra de León Ferrari, recientemente fallecido: de él llegarán al Cabañas dos colecciones, mismas que se quedarán de manera permanente, comentó Olga Ramírez Campuzano, directora del Instituto Cultural Cabañas. Las series llevan por nombre “Nunca más” y “Nosotros no sabíamos”. Ésta última alude al ánimo de una sociedad indiferente frente a la violencia.

Otra de las piezas de Ferrari y que sobresale por su originalidad es “La civilización occidental y cristiana”, y consta de un Cristo colocado sobre un avión bombardero. La majestuosidad de las salas del Cabañas hace que esta obra luzca como fue concebida, como si estuviese dentro de una iglesia.

En su momento, la obra de Ferrari fue censurada por el entonces obispo de Buenos Aires, el actual papa de la iglesia católica: “Gracias a eso se convirtió en un rockstar al final de su vida”, afirmó la curadora.  

Hay reproducciones de obras que se pueden llevar los asistentes, como el “Tríptico, poema visual a las madres de Plaza de Mayo”. En la misma sala hay un conjunto de botellas de vino intervenidas. La casa productora lleva por nombre López, y las botellas fueron intervenidas en los mercados por el artista Hugo Vidal, quien colocó la frase “Aparición con vida de Julio López”.

En otras de las salas los visitantes se encontrarán con vitrinas con los ejemplares de revistas y libros donde aparecieron algunos de los carteles que se ven en las paredes del ICC, como la emblemática revista Martín Fierro, o el suplemento La Protesta.

SABER MÁS

Un detalle cinematográfico


El cine también está presente en “La protesta: arte y política en la Argentina”, pues en la primera sala se proyecta a guisa de loop la cinta “La hora de los hornos”, de los cineastas Fernando “Pino” Solanas y Octavio Getino.

“La protesta: arte y política en la Argentina”
/ en el Instituto Cultural Cabañas (Cabañas 8, Centro Histórico) se inaugura esta tarde, a las 13:00 horas. La exposición permanecerá en este espacio hasta principios de enero de 2015.
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