Cultura

La poesía también es silencio: Bueno

La poeta tapatía, Zelene Bueno, presenta el libro ''Para nombrarte'' el día de hoy en el Ex Convento del Carmen acompañada por los escritores Dante Medina y Carmen Villoro

GUADALAJARA, JALISCO (19/SEP/2012).- “Sea mi costumbre ser durazno en tu piel costumbre que me enfrute la boca al hilvanar tu nombre e izar en mi jardín tu espejo territorio incansable donde caen mis sonidos —de agua— gotas bebidas mi locura”, lee con voz pausada la poeta Zelene Bueno. El poema en prosa pertenece al libro "Para nombrarte" (Editorial La Zonámbula, 2012), que la tapatía presentará hoy a las 20:30 horas en la Capilla Elías Nandino del Ex Convento del Carmen acompañada por los escritores Dante Medina y Carmen Villoro.

Desbordado en el tema erótico y amoroso, la escritora dice que el libro toca una experiencia que está en todos los seres humanos, aunque no todos la abordan “comúnmente”: “Para abordar el tema amoroso en la poesía es difícil porque puede caer en la cursilería, en los lugares comunes y puede caer en algo que no sea verdadero, que no sea cierto, que sea una escritura acartonada, algo prefabricado, algo ya hecho como anuncia la televisión, pero en este caso es algo que tiene que ver con mi experiencia vivida. Es una manera de decir qué es el amor para mí, qué es el erotismo, y es una manera de estar en el mundo, es una experiencia que va con el ser humano”.

Zelene Bueno narra que en los cinco años que duró la cristalización del libro, ya había escrito líneas, “jugueteaba” con el verso pero no lo había concretado. A partir de que lo metió a un concurso, comenzó a rearmar la carpintería de lo que serían los poemas, los armó y desarmó, puso por acá y por allá palabras, agregó comas, puntos, silencios. “Volví a jugar con la palabra y se fue dando solo”.

Ya prepara un nuevo libro que deambule en el tema de la danza, otra de sus pasiones. La escritora explica que en cada uno de sus libros trata de redondear con poemas lo que le llama la atención: en su primer publicación, Esta casa que soy (2001), el tema fue la casa; en Raíces de ciudad (2004), las entrañas de la metrópoli; y en Niña que piedra (2010), la visión que una pequeña tiene de los adultos.

Dice que cuando es sincera, la creatividad es única. Y los grandes temas de la poesía pueden seguir siendo tocados por todos los escritores, ya que cada uno le impregnará su olor, su escucha. “Cada poeta tiene que escribir su propia voz, su propio decir y su propio callar, porque la poesía también es silencio, pausa, como una partitura”.
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