Cultura

La memoria, el tesoro de Ángeles Mastretta

La escritoria plasma sus memorias en 'El viento de las horas'

GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2015).- La serenidad le ha dado a la escritora Ángeles Mastretta el espacio y el tiempo para disfrutar más de sus horas y de los momentos de su vida, los cuales se almacenan en su memoria fresca, en un viaje al pasado, que se conjuga con el presente, que la mantienen activa y que la conectan con la felicidad.

Explica que contar sus recuerdos en el libro “El viento de las horas” es sentirse vulnerable, pero también es un vínculo con sus lectores.

“Es esta necesidad de contarles a otros que soy vulnerable para contármelo a mí, para sacármelo de adentro, tú no puedes andar diciéndole a los otros que eres feliz, pero puedes contarlo por escrito y sacarte eso del corazón, ¿para qué?, cuando uno busca las memorias —porque otras vienen a ti—, es porque te hacen falta para comprender cosas que no te entiendes y las explicas, los dolores y alegrías te aclaran eso sobre ti y para mi fortuna se las aclaran a otros”.

Señala que hay gente que le gusta que ella haga eso a través de sus textos —contando sus memorias—, pero también hay otra gente que lo considera una impudicia y se lo preguntan, “’¿qué a usted no le avergüenza contar su vida?’, no, no me la da. Compartir con otros lo que te pasa es bueno porque te alivia y alivia  a los demás”.

“En el viento de las horas”, Ángeles habla de su infancia, de su reunión con su maestra de la primaria, luego de varias décadas, de cuando su madre fallece y hay una reunión de los hermanos para quedarse con los recuerdos que les causan un gran valor sentimental. Cuando en su casa se comía pasta —de la verdadera italiana—, de donde era su padre.
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