Cultura
La literatura hace creer que es posible seguir: Élmer Mendoza
El escritor se confiesa y asegura que es una persona tenaz que cree en sí mismo
GUADALJARA, JALISCO (02/DIC/2013).- Élmer Mendoza supo a los 28 años que quería ser escritor. Para él, decidirse por este oficio fue un proceso largo donde las ganas de abandonar el sueño eran a veces más fuertes que las de seguir. Antes de decidirse por la literatura, había pensado en la posibilidad de ser abogado o físico.
Ahora, además de dedicar su vida a escribir, encabeza un grupo de promotores de lectura que apoyan a personas en situación de vulnerabilidad y buscan regresarles la esperanza a través de los libros.
“Trabajamos con grupos en situación extrema como presos, personas adictas, chicas abusadas sexualmente, por ejemplo. Estamos en contacto con las historias más terribles y nuestra estrategia para que recuperen la esperanza es hacer que crean en sí mismos. Es un trabajo muy fuerte, pero la literatura apoya el proceso dándoles de nuevo sueños y deseos”, relata al respecto.
Al permitir que las personas se visualicen desde fuera, desde la vida de otros personajes, es posible que se obliguen a sí mismos a darse cuenta de lo que son capaces. Para él esa es gran parte del secreto: “Creer que uno proyecta cosas, sabe cosas y puede hacer cosas.”
Visita la FIL Guadalajara para presentar su libro ‘’Trancapalanca’’, un libro de cuentos que escribió hace algunos años y que ahora encuentra un público nuevo entre los jóvenes.
“’Trancapalanca’ es un libro en el que corrí muchos riesgos que tienen que ver con el escritor que yo quería ser, un libro que en su tiempo sorprendió a varias personas que me animaron mucho y al que hoy llegan nuevos lectores. Es una experiencia que me emociona mucho”, confiesa.
A propósito de la gente joven, Élmer aconseja: “Descúbranse a sí mismos y no tengan miedo a ser lo que descubran que son; no tengan miedo a lo lento que pasa el tiempo cuando se es joven, ya llegará el punto en que sabrán lo que les toca hacer por nuestro país, que merece otra historia.”
La frase:
“El mundo sería mejor si todos regaláramos flores.”
Ahora, además de dedicar su vida a escribir, encabeza un grupo de promotores de lectura que apoyan a personas en situación de vulnerabilidad y buscan regresarles la esperanza a través de los libros.
“Trabajamos con grupos en situación extrema como presos, personas adictas, chicas abusadas sexualmente, por ejemplo. Estamos en contacto con las historias más terribles y nuestra estrategia para que recuperen la esperanza es hacer que crean en sí mismos. Es un trabajo muy fuerte, pero la literatura apoya el proceso dándoles de nuevo sueños y deseos”, relata al respecto.
Al permitir que las personas se visualicen desde fuera, desde la vida de otros personajes, es posible que se obliguen a sí mismos a darse cuenta de lo que son capaces. Para él esa es gran parte del secreto: “Creer que uno proyecta cosas, sabe cosas y puede hacer cosas.”
Visita la FIL Guadalajara para presentar su libro ‘’Trancapalanca’’, un libro de cuentos que escribió hace algunos años y que ahora encuentra un público nuevo entre los jóvenes.
“’Trancapalanca’ es un libro en el que corrí muchos riesgos que tienen que ver con el escritor que yo quería ser, un libro que en su tiempo sorprendió a varias personas que me animaron mucho y al que hoy llegan nuevos lectores. Es una experiencia que me emociona mucho”, confiesa.
A propósito de la gente joven, Élmer aconseja: “Descúbranse a sí mismos y no tengan miedo a ser lo que descubran que son; no tengan miedo a lo lento que pasa el tiempo cuando se es joven, ya llegará el punto en que sabrán lo que les toca hacer por nuestro país, que merece otra historia.”
La frase:
“El mundo sería mejor si todos regaláramos flores.”
Síguenos en