Cultura
La literatura como faro
Su vida, dijo, cambió cuando leyó por primera vez la frase mágica ''érase una vez''
“San Juan dijo: el que no ama está muerto, y yo me atrevo a decir: el que no inventa no vive”, manifestó la galardonada, al señalar que “la música del mundo” que lleva cada persona en secreto es un invento, tal como lo hacía Don Quijote al crear a Dulcinea y que “inventaba la vida”.
Luego de recordar al Premio Cervantes chileno Gonzalo Rojas, fallecido esta semana, Matute se refirió a sus momentos de niña tímida, tartamuda, con miedo a los bombardeos de la Guerra Civil Española (1936-1939), la vida en que poco quería ser como las mujeres de su tiempo, cosas que crearon su extrañeza y la forma en que se dedicó a la literatura, que ha sido 'faro salvador' de muchas de sus tormentas.
Su vida, dijo, cambió cuando leyó por primera vez la frase mágica “érase una vez”, que no obstante tuvo momentos difíciles para empezar con su oficio: “en la literatura, como en la vida, se entra con dolor y lágrimas”, mencionó.
Por su parte el rey Juan Carlos expuso que de Matute se admiran cualidades como su fina sensibilidad, su capacidad creativa y su reconocida maestría para convertir la realidad -por dura que sea- en hermosas palabras, relatos, cuentos y novelas. Subrayó el impacto de la guerra en la vida de Matute y sostuvo que en su obra se refleja “una forma de extraer de uno mismo el malestar del mundo, una suerte de rebelión íntima”.
El GALARDÓN
El Premio Cervantes está dotado con 125 mil euros. Otros literatos en los que ha recaído este galardón en años anteriores han sido Francisco Umbral (2000), Álvaro Mutis (2001), José Jiménez Lozano (2002), Gonzalo Rojas (2003), Rafael Sánchez Ferlosio (2004), Sergio Pitol (2005), Antonio Gamoneda (2006), Juan Gelman (2007), Juan Marsé (2008) y José Emilio Pacheco (2009).
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