Cultura

La lectura en México: cifras y depresión

El mundo alucinante

GUADALAJARA, JALISCO (05/FEB/2012).- Antes de que alguna lumbrera de las matemáticas escriba para informarme que abuso de la pobre y buena señora estadística, aclaro que lo que presentaré a continuación no es sino un juego con las cifras oficiales al respecto de los hábitos de lectura en el país. Juego limitado, si se quiere, pero quizá ilustrativo. Comencemos, pues.

Según la Encuesta nacional de hábitos, prácticas y consumo culturales de Conaculta (dada a conocer el año pasado y disponible en la página web http://www.conaculta.gob.mx/encuesta_nacional.php), entre 70 y 73% de los mexicanos no leen un solo libro al año. Es decir que alrededor de 82 millones de compatriotas, unos porque no saben (según el INEGI hay en el país cerca de 5.3 millones de mayores de quince años analfabetas) y otros porque no pueden o quieren, sencillamente no abren un libro.

Nos quedan 30 millones, quienes según la encuesta se decantan, en orden descendente, por leer novelas (11%), historia (9%), superación personal (7%), cuento (otro 7%), cocina (6%), “fenómenos paranormales” (6% más) y otras muchas materias, que incluyen, por ejemplo, la biografía (4%), la biología (3%) o la poesía (2%). La encuesta, en este punto, no parece particularmente realista. ¿Por qué? Porque si 2% de esos mexicanos en verdad leyeran poesía, significaría que tendríamos 600 mil ciudadanos dedicados, siquiera de vez en vez, a tal actividad, cosa que evidentemente no sucede, incluso si contamos como poesía las letras de las canciones del Buki.

Ahora bien, ¿por qué no leen los 82 millones que no lo hacen? Demos por sentado que por una suma de factores económicos, culturales, pedagógicos, psicológicos incluso. Pero vayamos más allá: ¿qué tanto leen los 30 millones que afirman hacerlo? Una inmensa mayoría de ellos, en realidad, poquísimo o nada, especialmente si descontamos los títulos escolares o los relacionados con su empleo de la suma. La lectura, entendida como una práctica que conjuga la adquisición de conocimiento con el placer, prácticamente no asoma en el horizonte. Para comprobarlo, baste decir que sólo 4% de los mexicanos afirman leer cinco libros al año y apenas 1% diez o más. Diez libros al año no lo convierten a uno en literato, pero sirven para describir a alguien que lee ocasionalmente. Es decir, que es posible establecer que alrededor de 1.1 millones de personas en México leen con frecuencia y no como hecho aislado. Aplicándole a esta cifra el porcentaje de quienes dicen preferir para sus lecturas las novelas, tenemos 121 mil personas. Para temáticas relacionadas con la historia, alrededor de 99 mil personas. Y para poesía, 22 mil. Eso, en todo el país. Me temo que estos números deprimentes se aproximan más a nuestra realidad.
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