Cultura
La inmortalidad de la conciencia
Carlos Fuentes se fue, pero dejó una trascendencia que excede las fronteras de México
Así comenzó el historiador Héctor Aguilar Camín la mesa de homenaje al escritor mexicano: "esta FIL dedicada a Fuentes, Tiene aires de nostalgia, pero también de permanencia e inmortalidad". Fuentes no se ha ido y su pensamiento político, su ahínco ideológico y su clara vocación socialdemócrata perviven. Lo dijo bien Ricardo Lagos, símbolo de la transición a la democracia en Chile: "Carlos Fuentes es la conciencia latinoamericana". No se podría entender Iberoamérica ni la izquierda democrática en la Patria Grande, sin el debate político que trazó Fuentes en sus ensayos y novelas.
De la misma manera, la identidad fue más que una inquietud en el pensamiento de Fuentes. Federico Reyes Heroles, intelectual y amigo cercano del escritor, identifica esto como una búsqueda e incluso como un diálogo con la Europa social. Identidad y política se combinan equilibradamente en el pensamiento de Fuentes, un político en el sentido clásico, como menciona Ricardo Lagos durante su intervención. En una América Latina atravesada por el divorcio evolutivo entre la fuerza cultural y la desunión política, Carlos Fuentes sintetiza una conversación entre ambas esferas, una reconciliación. Lo dijo la ex presidenta del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes, América Latina significa cultura y palabra, reconocimiento de una diversidad unida por una lengua común. Así, América Latina es mucho más un concepto cultural que una realidad política o económica.
El homenaje que se llevó a cabo en el marco de la FIL, tuvo una línea rectora: hacer honor al Fuentes multitemporal. A ese escritor que pisaba faunas simultáneas, que no admitía la simplona linealidad de la historia y que renegaba de esas falsas premisas de la modernidad. La intervención de Ricardo Lagos significó la cúspide del encuentro. Lagos no ocultó ni un ápice de admiración y trazó meticulosamente las características principales del pensamiento de Fuentes. Su admiración por el avance colectivo, su fuerza intelectual que buscaba la moderación y reivindicar el ser antes que el tener. Una noche donde quedó de manifiesto el rostro del Fuentes político. Ese que siempre fue.
EL INFORMADOR / ENRIQUE TOUSSAINT
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