Cultura
La idea del amor viene de la época medieval
A partir del siglo XII cambia el concepto del enamoramiento en la cultura occidental gracias a la nueva imagen que se tiene de la mujer
En esta época se ponen de moda las cajas de chocolates, osistos de peluche, joyas en cajas finamente decoradas y tarjetas.
Es a partir del siglo XII, cuando la cultura occidental comienza a entender el término "amor", en un sentido muy distinto a como lo había hecho anteriormente, de acuerdo con el artículo La invención del amor, publicado en la revista Algarabía No. 65, es cuando se crearon conceptos de conducta aún vigentes.
Estos nuevos conceptos, a un ciudadano de la Roma Imperial le hubieran parecido totalemente absurdos y a un individuo del lejano Oriente, poco menos que incomprensibles.
Si usted es de los que piensa que el ´amor´ no tiene edad, es eterno, ciego, incondicional e incorrompible todos estos elementos no universales y mucho menos naturales, ¿es entonces que pensamos si hemos vivido en el engaño?
Es precisamente durante la Edad Media que el papel y la imagen de la mujer atravesarían por las más diversas concepciones, fue un período de un poco más de 10 siglos, primero la visión misógina de los padres de la Iglesia, como lo atestiguan San Antonio, San Jerónimo y el mismo Santo Tomás de Aquino, quienes la llegaron a considerar soberana peste, puerta del infierno, flecha del diablo y deficiencia de la naturaleza.
Luego todo este concepto se vino abajo al instaurarse la imagen de la Virgen María, Madre de Dios, quien se encargó de mostrar sus dones de virtud y maternidad que se convirtió en modelo a seguir por las religiosas y doncellas.
Es aquí donde entraría una tercera concepción que vincularía a la mujer con la redención de los pecados, esta sería María Magdalena, quien lograría hacer de esa imagen femenina, algo mucho más real.
Cambió el concepto, donde ya no es ni demonio, ni santa, sino simplemente más humana y asequible, una pecadora, la cual se puede salvar a si misma, como culquier hombre.
De esta forma, lo deja ver Dante Alighieri (1265-1321) en su obra cumbre La Divina Comedia, cuando señala que, dentro de los tres primeros espacios diferentes, pero conjeturados entre sí aparecien: el infierno, Eva, el cielo, María y en el purgatorio, la Magdalena.
Es durante el feudalismo, cuando a los miembros de las familias aristocráticas se les preparaba, desde la infancia para unirse en matrimonios concertados en cuyas negociaciones, los conyuges no podían influir. Se pensaba entonces, las circunstancias, la inteligencia de los esposos aunado a la habilidad de sus familias y con el permiso y discreción de la Corte darían como resultado un exito de la pareja.
Aunque realmente la sumisión y la aceptación absoluta de esta costumbre hacían que los contrayentes vivieran una realidad conyugal, atroz, distante, ajena o simplemente, aburrida.
Lo anterior provocaba que tanto el hombre como las mujer malmaridada, muy común en esa época , buscara alternativas a su desdicha y muchas veces las encontraban en los amorios secretos, prohibidos e imposibles para los sigilosos caballeros.
Fue precisamente la Edad Media la que permitió la transición de guerrero a caballero, esto fue una profunda transformación social, donde pasaba de ser un salvaje vestido con pieles y con su espada en la mano a un caballero, cubierto de hierro, más refinado, con una conducta bélica mejor definida.
Todos estos caballeros que combatieron en los primeros siglos de la Edad Media y después de ir a las Cruzadas llegaron a tener un contacto con sociedades más evolucionadas y refinadas, las cuales poco a poco modificarían su comportamiento y su forma de realacionarse.
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