Cultura
La historia de La Feria vista a través de las páginas de EL INFORMADOR
Grandes historias en el marco de la feria del libro de Guadalajara
1996.- El público ya era leal a la FIL, pero entonces llegó el añorado Jaime Sabines y en silla de ruedas leyó su poesía y terminó de conquistar a toda la ciudad
El año de Monterroso
La décima edición de la Feria tuvo a Canadá como país invitado. Durante la inauguración, el presidente de la FIL, Raúl Padilla López, resaltó la importancia de analizar el perfil del Estado editor, y se refirió a la Feria como puente de hermanamiento entre los pueblos de Iberoamérica.
El guatemalteco Augusto Monterroso, “el maestro de lo breve”, ganó el premio “Juan Rulfo”, y con el fin de conservar, investigar y difundir la vida y obra del escritor jalisciense, fue creada una asociación que lleva su nombre, presidida por Clara Aparicio, presente en la Feria.
Entre los escritores visitantes destacaron George Szanto, Linda Spalding, Lesley Krueger y Rosemary Sullivan, además de Carlos Fuentes, Nélida Piñón, Elena Poniatowska y José Emilio Pacheco. Empero, una de las presentaciones más memorables en la historia de la FIL fue la del poeta mexicano Jaime Sabines —el mejor, según León Felipe—, quien acudió en silla de ruedas y, en hora y media, leyó fragmentos de su trabajo ante un salón a reventar.
La plástica lució con la muestra fotográfica Peregrinos de la cosecha, de Vincenzo Pietropaolo, y en la Explanada resaltaron el jazz de Vic Vogel, los roqueros Headstones, Les Secrétaires Volantes y Shade.
1997.- En el año de Argentina, la FIL explotó en actividades de primer nivel para el mundo literario. Juan Marsé y Mario Vargas Llosa encabezaron un programa ya indispensable
De Leñero a Quino y Fontanarrosa
La bohemia y el tinte argentino hicieron gala en la XI edición de la FIL, que como país invitado de honor presentó distintas facetas de su cultura, con todo y un espectáculo de tango al aire libre.
El crecimiento y diversidad de la Feria quedaron claramente consolidados. En la Expo Guadalajara se reunieron 896 editores provenientes de 36 países y más de 120 escritores invitados, entre ellos Juan Marsé, quien recibió el premio internacional “Juan Rulfo”; el “Sor Juana Inés de la Cruz” fue para Laura Restrepo, y el periodista Vicente Leñero mereció el premio de periodismo cultural “Fernando Benítez”. Otro mexicano, el arquitecto Julio de la Peña, recibiría el ArpaFIL.
Acudieron 300 mil visitantes a la Expo, que dieron cuenta de presentaciones como La ciudad y los perros, de Vargas Llosa; Afrodita, cuentos, recetas y otros afrodisiacos, de Isabel Allende, y La vida en rojo, sobre el “Che” Guevara, la célebre biografía hecha por Jorge G. Castañeda.
1998.- Puerto Rico trajo su ritmo y calidez a la capital tapatía, pero la Feria tuvo más sabores americanos para presumir; entre ellos, el padre de Maqroll el Viajero: Álvaro Mutis
Olga Orozco y los primeros mil jóvenes
Con la colaboración del Instituto de Cultura Puertorriqueña y la Universidad de Puerto Rico, la decimosegunda edición de la FIL honró al Estado boricua, que trajo consigo una nutrida delegación de escritores y espectáculos.
En los galardones, la argentina Olga Orozco —fallecida en 1999— obtuvo el premio “Juan Rulfo”, y se convirtió en la segunda mujer en merecerlo —sólo ha habido tres galardonadas en los 21 años de premiación, contando a la brasileña Nélida Piñón en 1995 y a la mexicana Margo Glantz en 2010—. La mexicana Raquel Tibol mereció el Premio y Homenaje de Periodismo Cultural “Fernando Benítez”, y Silvina Molina tuvo el honor de recibir el “Sor Juana Inés de la Cruz” por su obra El amor que me juraste.
Fue éste el año del debut de un programa considerado hoy central en la feria: el Salón Literario, que abrió con Luis Rafael Sánchez, mientras Olga Orozco y Álvaro Mutis tuvieron a cargo el primer encuentro de la actividad “Mil jóvenes con…”.
En la arquitectura, se reconoció la trayectoria de Ricardo Alegría, y en la plástica, se montó la colectiva Gráfica contemporánea puertorriqueña.
Síguenos en