Cultura

La historia de La Feria vista a través de las páginas de EL INFORMADOR

Más de 612 mil asistentes, 60 millones de pesos de costo, ingresos por 64.6 millones de pesos... y eso, sólo para la edición de 2010

GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2011).-

1987.- Grandes números y una cuidadosa organización propiciaron un espacio exitoso y diverso: la FIL nació arropada por Arreola, Carballo y hasta El Personal.

1988.- El encuentro editorial separó las actividades para profesionales y afinó la oferta para el público: llegaron las áreas infantiles, el periodismo y los moneros

1989.- El narrador Edmundo Valadés dejó establecida con claridad la vocación  de la FIL: un espacio dedicado a fortalecer la cultura, que debía ser prioritaria para el país

Una casa para mil editoriales
La primera edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, planteada como una de las más ambiciosas jamás montadas en Latinoamérica, fue dedicada al hijo de Zapotlán, Juan José Arreola, quien en la clausura celebró un memorable encuentro con Emmanuel Carballo. Aunque fue pensada para el Hospicio Cultural Cabañas, al final se utilizó Expo Guadalajara, aún en construcción. El entonces gobernador Enrique Álvarez del Castillo subrayó en la inauguración que “la vocación de Jalisco es el pensamiento, la acción, el estudio y la cultura”, y el entonces rector de la UdeG, Enrique Javier Alfaro Anguiano, llamó a consolidar un esfuerzo conjunto por la industria editorial de América Latina.

La feria tuvo éxito debido al cuidado en la organización y difusión, lo que permitió la participación de cerca de mil casas editoriales con 60 mil títulos de todo el mundo, más voces de 52 países y tres continentes. Se celebró el I Encuentro Internacional de Ciencias Sociales, además de un coloquio internacional de bibliotecarios. En las actividades culturales resaltaron una muestra archivística de 21 países, una breve historia del libro desde la imprenta y numerosos grupos de música, danza y teatro.

El año de los 300 mil asistentes

La segunda edición de la Feria se desarrolló en homenaje al clásico mexicano de la narrativa del siglo XX, Juan Rulfo. Se realizó en dos etapas: la primera, a puerta cerrada, fue el Congreso de Profesionales del Libro, en el que participaron editores, libreros, impresores, maestros y representantes de organismos públicos y privados, con miras a encontrar soluciones a los problemas del mundo iberoamericano del libro. La segunda etapa, abierta al público, fue la expoventa con más de 60 mil títulos y la participación de un millar de editoriales de Latinoamérica y España. Cada día de la Feria fue dedicado a un país americano, para presentar algunas de sus costumbres y cultura. Fue montado el Patio Infantil y comenzaban los diálogos de periodismo con una mesa redonda entre Miguel Ángel Granados Chapa y José Carreño Carlón, y por primera vez se reunieron los moneros en un diálogo entre humoristas y el público, que contó con la participación de Rius, Quino, Fontanarrosa, Palomo, Trino, Jis y Falcón. Se calculó la visita de 300 mil asistentes a la feria y se organizó el primer bailongo en el Salón Veracruz.

Llegan Salinas y William Golding
Consolidada como el más importante acontecimiento en su género en América Latina, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara tuvo en su tercera edición como objetivo central reforzar los programas de modernización y reestructuración educativa en todos los niveles y fomentar la cultura entre niños, jóvenes y adultos.
Fue dedicada al cuentista mexicano Edmundo Valadés, quien tras el homenaje subrayó que, “ante las deficiencias tecnológicas que enfrentamos en México, la única defensa es el fortalecimiento, acumulación y enriquecimiento de nuestra cultura”.
Este año se hizo presente Carlos Salinas de Gortari, el primer presidente mexicano que visitó la Feria, pero también llegó el escritor británico William Golding, autor de El señor de las moscas y Nobel de Literatura en 1983.
La agenda integraba además a distinguidos centros museísticos y culturales, que hicieron común la “presentación en sociedad” de nuevos libros, entre las que se recuerda Despuntes y franquezas, del uruguayo Mario Benedetti.

CELEBRIDADES
Ganadores del Nobel de Literatura han visitado la FIL; el único mexicano, Octavio Paz, nunca visitó el encuentro tapatío.

ANTECEDENTES
Los grandes números


Más de 612 mil asistentes, 60 millones de pesos de costo, ingresos por 64.6 millones de pesos... y eso, sólo para la edición de 2010. Cada año, los números que la FIL presenta como balance ilustran la expansión de un encuentro librero que combina cada vez más actividades económicas, académicas y culturales con una amplia oferta de entretenimiento. La UdeG sostiene que la feria es autosuficiente en términos financieros.
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