Cultura
La escritora mexicana Ana Clavel lleva a Beijing el deseo de su literatura
La exitosa autora se encuentra en China, donde comparte sus reflexiones acerca de la individualidad con su novela Cuerpo náufrago
"El deseo es universal: nos define nuestra capacidad para desearnos", dijo a Efe la autora en una famosa librería de Pekín, donde reunió a un público muy heterogéneo y afianzó lazos culturales entre China y México, que este año conmemoran el cuarenta aniversario de sus relaciones diplomáticas.
Ante una sala abarrotada, Clavel departió sobre sus inspiraciones a la hora de escribir la novela -publicada en 2005-, en la que relata la historia de Antonia, una joven me que un día se despierta conmocionada al descubrir que se ha convertido en un hombre y que puede analizar su rutina desde esa otra perspectiva.
La kafkiana conversión de Antonia permitió a la escritora abordar temas como las diferencias de género, la identidad o el deseo, cualidad esta última que, afirmó, "nos permite transformarnos y salir del cuerpo encarcelado cuando florece".
"Desde que era niña -declaró-, siempre había deseado ser un hombre. No porque me sintiera homosexual o por creer haber nacido en un cuerpo equivocado, sino porque deseaba experimentar la libertad que yo suponía tenían los hombres; una suposición que muchas veces es falsa".
Con respecto a asuntos como la libertad y la formación de la identidad, que suscitan especial controversia en la potencia oriental, la escritora consideró que, si bien son conceptos globales, las mujeres "pueden vivir situaciones muy distintas según dónde se encuentren, ya sea en Irán, México o China".
"Aunque las diferencias no son reales, el público que lo lea -en este caso el chino- tendría que tener capacidad crítica e imaginación para aceptar el reto que supone ese vuelco de identidad".
Asimismo, en ese proceso de aceptación de la nueva identidad de la protagonista adquieren especial relevancia los urinarios, lugares que despiertan una suerte de "atracción que, de algún modo -dijo-, resulta intrigante".
Recordando al artista francés Marcel Duchamp, famoso por sus obras surrealistas, afirmó que algunos mingitorios "podrían ser considerados piezas de arte, con toda su magia y misterio".
"¿Has visto alguno así en Pekín?", le preguntó en clave humorística una de las asistentes, cuestión que Clavel resolvió recordando que sólo en Occidente los hombres miccionan de pie: "se trata -adujo- de una demostración de poderío y virilidad que merece una revisión".
La autora finalizará su ruta asiática impartiendo charlas en tres universidades de Pekín, donde compartirá con los estudiantes sus reflexiones acerca del deseo y la individualidad, temas predominantes de su literatura.
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