Cultura
La ele, el espacio de las tapatías
Las editoriales locales hacen un esfuerzo por lograr la captación de más lectores
GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2011).- Tres destacadas casas de publicaciones tapatías están en el pasillo “L” de la FIL: Ediciones Arlequín, en el stand L14, Mantis Editores y La Zonámbula, ambas en el stand Editores y Escritores de México, L10.
La primera es la más visible, pues cuenta con su propio stand, cuyo diseño es un exhibidor de libros, ya que aún los lectores temen pasar a un espacio, explica el director de Ediciones Arlequín, Felipe Ponce, quien comenta que ya son varios años de presencia en la FIL.
“La experiencia nos ha dicho, por lo menos en nuestro caso, que las personas son tímidas para entrar a un espacio nuevo. Así que nosotros en lugar de hacer pasar a la gente, sacamos los libros hacia fuera”.
Ahí entre la treintena de libros en exhibición sobresale dos: El atril de la luciérnaga, de Marco Ángel, y Cuentos para hacer dormir a una niña punk, de Luis Alberto Bravo, quien es uno de Los 25 secretos mejor guardados de América Latina de la FIL.
“Hoy venimos con todo, con mayor fuerza, el año ha sido fructífero. El cambio de imagen que anunciamos hace un año ha redituado y cerramos con 14 publicaciones, de las cuales siete son novedades de ficción”, detalla Felipe Ponce, quien dice que la cifra le permite al sello volver a un estado de salud sano y pensar incluso en el futuro. Entre los planes está ofrecer a los lectores su catálogo en formato digital.
Los sellos Mantis Editores y La Zonámbula están presentes en el stand de Editores y Escritores de México, una asociación independiente que reúne a nueve sellos entre ellos Bonobos Editores, CEF Ediciones –antes Paraíso perdido–, Ediciones de Medianoche, Conexión gráfica y Taberna libraría Editores.
El stand de Editores y Escritores de México es pequeño y los libros cuelgan, agrupados por su sello. El director de Mantis, Luis Armenta Malpica, explica que esta alianza entre editores independientes empezó con sellos jaliscienses y este año se integró Vaso Rato, de Barcelona y Monterrey.
Este año, Mantis cumplió 15 años y lanzó 30 novedades como Poesía en prenda, de Abigael Bohórquez; Aguja, de José Ángel Leyva; Numerosas bandas, de Ernesto Lumbreras, y La letra inmersa, de Miguel Ángel Andrade.
Por su parte, La Zonámbula muestra sus novedades como Trenes y gallos, de Arturo Sánchez; Praderas silenciosas, de Álvaro Luquín; Nubes que pasan, de Ernesto Flores, y Submarinos de papel, de Yolanda Ramírez Michel.
Luis Armenta Malpica agrega que el esquema de asociación les permite a los editores independientes ahorrar costos y presentar las novedades en la FIL.
“Nos ha funcionado muy bien para la FIL y para la Feria del libro del Zócalo”, expresa el editor de Mantis, quien añade que el plan es mantener la presencia en distintos encuentros literarios del país.
La primera es la más visible, pues cuenta con su propio stand, cuyo diseño es un exhibidor de libros, ya que aún los lectores temen pasar a un espacio, explica el director de Ediciones Arlequín, Felipe Ponce, quien comenta que ya son varios años de presencia en la FIL.
“La experiencia nos ha dicho, por lo menos en nuestro caso, que las personas son tímidas para entrar a un espacio nuevo. Así que nosotros en lugar de hacer pasar a la gente, sacamos los libros hacia fuera”.
Ahí entre la treintena de libros en exhibición sobresale dos: El atril de la luciérnaga, de Marco Ángel, y Cuentos para hacer dormir a una niña punk, de Luis Alberto Bravo, quien es uno de Los 25 secretos mejor guardados de América Latina de la FIL.
“Hoy venimos con todo, con mayor fuerza, el año ha sido fructífero. El cambio de imagen que anunciamos hace un año ha redituado y cerramos con 14 publicaciones, de las cuales siete son novedades de ficción”, detalla Felipe Ponce, quien dice que la cifra le permite al sello volver a un estado de salud sano y pensar incluso en el futuro. Entre los planes está ofrecer a los lectores su catálogo en formato digital.
Los sellos Mantis Editores y La Zonámbula están presentes en el stand de Editores y Escritores de México, una asociación independiente que reúne a nueve sellos entre ellos Bonobos Editores, CEF Ediciones –antes Paraíso perdido–, Ediciones de Medianoche, Conexión gráfica y Taberna libraría Editores.
El stand de Editores y Escritores de México es pequeño y los libros cuelgan, agrupados por su sello. El director de Mantis, Luis Armenta Malpica, explica que esta alianza entre editores independientes empezó con sellos jaliscienses y este año se integró Vaso Rato, de Barcelona y Monterrey.
Este año, Mantis cumplió 15 años y lanzó 30 novedades como Poesía en prenda, de Abigael Bohórquez; Aguja, de José Ángel Leyva; Numerosas bandas, de Ernesto Lumbreras, y La letra inmersa, de Miguel Ángel Andrade.
Por su parte, La Zonámbula muestra sus novedades como Trenes y gallos, de Arturo Sánchez; Praderas silenciosas, de Álvaro Luquín; Nubes que pasan, de Ernesto Flores, y Submarinos de papel, de Yolanda Ramírez Michel.
Luis Armenta Malpica agrega que el esquema de asociación les permite a los editores independientes ahorrar costos y presentar las novedades en la FIL.
“Nos ha funcionado muy bien para la FIL y para la Feria del libro del Zócalo”, expresa el editor de Mantis, quien añade que el plan es mantener la presencia en distintos encuentros literarios del país.
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