Cultura

La cultura en el próximo trienio tapatío

LOS ANTEOJOS DE BASKERVILLE

El próximo gobierno municipal de Guadalajara tiene el compromiso moral de cumplir con los planteamientos hechos por la comunidad cultural tapatía desde hace varios años y que en el fondo siguen siendo los mismos. En el proceso electoral 2003-2006, una parte importante de la comunidad cultural solicitó al entonces candidato del PAN impulsar el turismo como alternativa para recuperar el control de la capital tapatía. Se propuso también fortalecer los espacios museográficos y otros escenarios, además de los institucionales, centros universitarios, jardines, centros barriales, un consejo y red de cronistas, esto sin considerar el que ya existe y lleva por nombre Consejo de la Crónica y la Historia de la Ciudad. Además, se planteó un fideicomiso para la realización de cine, sin tener en cuenta que actualmente el Ayuntamiento de la ciudad apoya al Festival de Cine de Guadalajara. Se propuso la necesidad de hacer de los cafés-bares de la ciudad centros culturales con apoyos preferenciales, una propuesta que de alguna manera ya se ha realizado, aunque necesita algunos ajustes. La iniciativa tenía por lo menos cinco años buscando la figura de centros culturales, a la manera de Puebla, la Ciudad de México y Oaxaca, que han plasmado dicha actividad en sus reglamentos bajo las figuras de peñas. En ese sentido, fue Zapopan el primer caso de la Zona Metropolitana que incorporó este apoyo a su red de centros culturales. Por otro lado, plantearon la necesidad de fomentar las publicaciones de ediciones tapatías y recuperar así la cultura local. Sin embargo, nunca se consideró la posibilidad de firmar convenios de colaboración entre el Ayuntamiento de Guadalajara y las denominadas editoriales alternativas, o bien con otras instancias como la misma Secretaría de Cultura, la Universidad de Guadalajara, el Colegio de Jalisco, etcétera. Finalmente, solicitaron proyectar la ciudad nacional e internacionalmente.

En el proceso electoral 2006-2009, la misma comunidad cultural planteó llevar la cultura a diferentes puntos de la ciudad, crear espacios de venta de obra, un proyecto de apoyo a publicaciones locales, repoblar el Centro Histórico, generando espacios de convivencia, fortaleciendo la movilidad urbana y eventos culturales y un programa de cultura itinerante. En el reciente proceso electoral, caracterizado por el desaire de los candidatos a la comunidad cultural, la más coherente de las propuestas, bajo mi punto de vista, fue la de Arturo Camacho, investigador de El Colegio de Jalisco, que consiste en la realización de la pinacoteca municipal de la ciudad.

El alcalde electo el 5 de julio pasado, Jorge Aristóteles Sandoval, ha propuesto "definir la política cultural del municipio junto con los creadores". Busca impulsar el manejo de los museos existentes a través de convenios con empresas privadas para que patrocinen salas y exposiciones. Asimismo, la apertura de dos nuevos museos (el del mariachi y el del tequila), estimular el turismo cultural basado en la riqueza histórica, continuar con la remodelación del Teatro de la Ciudad y el Planetario, y aumentar los apoyos a la creación. A lo largo de 10 años, las propuestas han sido tan diversas como incumplidas y la pregunta sigue siendo la misma: ¿Qué tiene la ciudad para dar y qué para recibir en términos de infraestructura y talento artístico? La respuesta es el punto de partida de un diagnóstico cultural que ya no puede esperar.
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