Cultura

La conservación detrás de las piezas prehispánicas

Las restauradoras Melanie Korn y Renée Riedler darán un par de charlas en el Museo de Arte de Zapopan (MAZ)

GUADALAJARA, JALISCO (25/JUN/2015).- Tanto Melanie Korn como Renée Riedler llegarán para compartir sus experiencias luego de trabajar con el penacho de Moctezuma y el escudo del cánido emplumado, con las charlas Investigación y conservación del penacho del México antiguo y Materiales y técnicas de un escudo azteca emplumado.

Las labores de conservación fueron hechas de manera conjunta entre el Museo de Etnología de Viena (Austria) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (México).
 
Sobre el penacho

El famoso penacho se dice que perteneció a Moctezuma, pero no hay certeza de ello, ya que pudo haber sido utilizado por otro jerarca o sacerdote antes de la conquista de México.

El penacho llegó a Europa en el siglo XVI, junto con otras piezas también fabricadas con plumas. Renée Riedler comentó sobre el periplo que tuvo el escudo, que coincide con el del penacho: “Hay una lista de 1522 con material que viajó desde América a Europa... Se menciona un escudo, no sabemos si sí es este escudo”. Sobre el conjunto de piezas, Melanie Korn  agregó: “La siguiente mención es de 1596, es de hecho la primera que se hace de la colección en donde se citan todos los objetos, es un inventario”.

Luego hay un periodo que va del siglo XVII a XIX en donde no se sabe mucho de estas piezas, hasta su descubrimiento por Ferdinand von Hochstetter, a finales del siglo XIX. En esa época se registra una restauración mayor. Melanie Korn habló al respecto: “Desde la perspectiva de hoy por supuesto que las cosas se harían diferentes, pero para la época se hicieron bien. Cambió la apariencia del objeto, la flexibilidad se redujo un poco por esas intervenciones”. El trabajo en ese entonces fue hecho por Christine von Luschan: “No sabemos mucho de esta mujer, sólo su nombre y que hizo la restauración”.

En particular, la intervención: “Cubrió áreas del penacho con nuevas plumas que pudo conseguir en Austria en ese tiempo. No pudo conseguir plumas de México, así que consiguió plumas del ave alcedines (también llamada martin pescador), del Este de India”.

Pero el material que conforma el penacho no sólo es orgánico: “Tenía muchos ornamentos de oro. En las restauraciones antiguas colocaron latón su lugar. Si lo ves desde lejos no se nota la diferencia, pero de cerca se ve en los detalles de cómo los ornamentos se conectan a la pieza”.

La ausencia de los ornamentos de oro pudo haber sido por diversas razones: “No podemos saber, sólo lo documentamos. Probablemente algunos ornamentos se cayeron con el paso del tiempo. Hochstetter reporta cómo encontró el penacho: registra que tenía daño por insectos, y faltaban ornatos de oro”, afirmó Korn, quien trabajó mano a mano con María Olvido Moreno Guzmán.

El escudo


Renée Riedler habló sobre la importancia histórica del escudo: “Para el Museo de Etnología de Viena es una pieza muy importante que tenemos, como el penacho o el abanico. Es uno de los objetos más viejos que viene de la colección de Ambras, igual que el penacho. Tenemos mucha suerte de que siga en tan buenas condiciones, estuvo almacenado en el Castillo de Ambras, pasó por tiempos difíciles durante la guerra”.

Sobre las condiciones de la pieza, afirmó: “Es un escudo hermoso, igual como los otros que se conservan en Stuttgart y en Chapultepec, que son muy similares. El de Viena tiene muchas plumas bien conservadas, algunas cuelgan. Tal vez en los otros no existieron o se perdieron. Las técnicas son diferentes, pero hay similitudes”.

Riedler trabajó en el escudo de 2006 a 2008: “Fue más una investigación de los materiales, con algo de conservación, lo que pensamos que era absolutamente importante, pero nada invasivo: la conservación de las plumas, sobre todo, fue un tratamiento menor”.

Por las magnitudes del penacho, es casi imposible que éste pueda viajar. Sobre la condición del escudo, Renée apuntó: “Es un tema difícil. Para mí es como la Mona Lisa, es un objeto único, muy importante, con mucho prestigio... Todos los objetos de plumas que tienen cierta edad (y estos que tienen 500 años y son piezas únicas) tienen deterioros por los materiales, en ciertas partes son muy frágiles. Cada movimiento es de alto riesgo: como conservadoras no los recomendaríamos mover. Incluso en la Ciudad de México no se exhiben los objetos de plumas para reducir las influencias que podrían surgir por la exhibición, como los insectos”, concluyó.

EL DATO

Las actividades


Estas actividades son impulsadas por Clave C&R, una joven empresa conformada por egresadas de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente. Además de trabajar en la restauración y conservación de obras. Uno de los trabajos de Clave C&R es la pintura de Alejandro Rangel Hidalgo, que estaba en el Círculo Francés. Se trata de una pieza de gran formato (once metros).

¡ASISTE!

Conferencias/Auditorio Juan José Arreola del MAZ Andador 20 de Nov. 166), hoy 17:00 horas. Viernes 26 de junio a las 10:00 horas en la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (Analco 2859). Entrada libre.

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