Cultura

La Universidad de Guadalajara distingue a Elena Poniatowska

Por su agudeza para reconstruir los sucesos determinantes de la historia reciente de México

La Universidad de Guadalajara distingue a Elena Poniatowska
GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2015).- "Sólo me queda agregar que me sale del alma gritar con calor, abrir todo el pecho, echar este grito: ¡qué lindo es Jalisco!, palabra de honor”, dice Elena Poniatowska al recibir ayer 1 de diciembre —en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL)— el doctorado Honoris Causa, la máxima distinción de la Universidad de Guadalajara por su “agudeza para reconstruir los sucesos determinantes de la historia reciente de México”, señaló Tonatiuh Bravo Padilla, rector general de la institución.

Durante su discurso de agradecimiento por el galardón, la periodista y escritora mexicana hizo hincapié en la profunda admiración que siente por Jalisco, el que ha conocido y apreciado a través de luminarias como Alfredo Placencia, José Clemente Orozco,  Guadalupe Marín Preciado, Mariano Azuela, Luis Barragán, Consuelo Velázquez, Diego Villaseñor, Agustín Yáñez , José Luis Martínez, Juan Rulfo, Elías Nandino, Juan José Arreola  y los jóvenes valores Antonio Ortuño, Bernardo Esquinca, Adriana Díaz Enciso y Víctor Ortiz Partida.

“Qué tiene Guadalajara que le ha dado al mundo tan singulares obras de arte y tan increíbles aciertos en el campo de las letras, en el de los colores, en las casas de Luis Barragán, los trazos  de José Clemente Orozco y las palabras como terrones de tepetate de Juan Rulfo, aún no conozco la respuesta aunque a la mejor se encuentre en su tierra mojada”, pregunta mientras los presentes en el Paraninfo de la UdeG alzan su cabeza para admirar “El hombre creador y rebelde” pintado en la cúpula por el artista del que habla la galardonada.

Por la admiración que siente por Jalisco y una Guadalajara que califica de feroz y persignada, cristalina y compleja, expresa que para ella es un gran honor recibir el Doctorado Honoris Causa en un Estado que tanto le ha dado a los mexicanos y al resto del mundo. “Sobre todo cobijada por esta universidad que hace honor a su lema, porque aquí se piensa y se trabaja, por y para los jóvenes de México, en este recinto siento que se escuchan los murmullos de Comala, los gritos revolucionarios de Demetrio Macías, las letanías de las mujeres que cubren su cabeza con un rebozo (..) Los desplantes de Lupe Marín, los altos muros y espejos de agua de Luis Barragán, el olor a barro y a hierba en la voz de Lucha Villa”.

VOCES

En la opinión de Villoro


Sobre el trabajo de Poniatowska, el escritor Juan Villoro señaló que “la característica principal de Elena Poniatowska es que ha podido hacer una escuela, de un oído; es decir, ha aprendido a entender, escuchar a los demás y a través de eso nos ha dado un retrato extraordinario de lo que somos. Su obra a estas alturas integra un vastísimo mural de muchos personajes, donde podemos reconocernos”.

Una periodista de corte social


Presente en la ceremonia, el escritor Fernando del Paso, recién galardonado con el Premio Cervantes, le dedicó unas palabras a su colega, de quien recuerda que llegó muy jovencita a nuestro país y se quedó con nosotros para siempre, una estancia de la que nació una gran forma de amar a México. “Todos estos años Elena no ha dejado de ser una excelente periodista, las tragedias que al parecer cubren de manera cíclica a nuestro país han sido siempre objeto de su observación inteligente, desde ‘La noche de Tlatelolco’, la tragedia de Paulina, todos esos reconocimientos que marcan tanto lo público como lo personal han contado con el interés y análisis sencillo, pero profundo”.

Tonatiuh Bravo Padilla, rector general de la Universidad de Guadalajara,  enfatizó que en el periodismo de Elena Poniatowska —que se caracteriza por usar el habla que ella aprendió en la calle, el lenguaje de los mexicanos “de a pie”, de los desprotegidos o vulnerables— hace suyas las alegrías y angustias de sus paisanos, hundiendo con “Amor” sus raíces en la mexicanidad. “Es periodista, escritora, es una en la escritura y toda en sus obras. Transita del periodismo a la literatura, del testimonio a la crónica, al cuento, a la novela con una fluidez pasmosa”.

La propia autora explica su interés por las causas sociales. “Lo que más me interesa es el periodismo de protesta, el de indignación, el que defiende, el que protesta por los 43 chavos de Ayotzinapa que han sido asesinados, el que protesta por la horrible desigualdad social, por la estupidez de los políticos, por la corrupción, por la falta de preparación de quienes nos gobiernan, eso es lo de lo que yo quiero escribir”.
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