Cultura

La Revolución Mexicana sedujo al cine

Mientras que los filmes estadounidenses reflejaban una visión negativa de la lucha armada, los rusos la apoyaban

GUADALAJARA, JALISCO (05/SEP/2010).- El cine mexicano y el extranjero han abordado desde diversos puntos de vista la Revolución Mexicana, y se han convertido en fuentes historiográficas a través de las cuales podemos ver diferentes perspectivas y matices sobre dicho movimiento.

Hasta el momento, se tienen registradas 570 cintas que abordan el tema.

El investigador Eduardo de la Vega Alfaro, especializado en el estudio de la cinematografía, comenta que hubo filmes que se rodaron en el proceso de la Revolución Mexicana y al final del sexenio de Lázaro Cardenas, años en los que se consolidó todo lo que en algún sentido se había desarrollado en la lucha. “Ya en los años cuarenta o cincuenta no se acompaña el proceso de la Revolución, sino que se plasma el suceso histórico que acaba de ocurrir”.

De la Vega Alfaro resalta que durante el proceso del conflicto armado se desarrolló una mirada que hicieron los cineastas mexicanos, pero también se manifestó una visión extranjera. “Podríamos decir que ambas miradas son diferentes, aunque en algunas ocasiones comparten puntos de vista realmente afines”.

Como ejemplos, el académico de la Universidad de Guadalajara señala que dentro de la cinematografía mundial existen dos películas que son auténticas joyas de cinemateca, una de 1911 sobre la marcha de los acontecimientos de la toma de Ciudad Juárez por parte del ejército maderista, creada por dos pioneros del cine mexicano: Salvador Toscano y Antonio F. Cañas. “Este filme es muy interesante porque sigue el viaje que hizo Madero desde el Norte del país hasta la Ciudad de México y se muestra cómo fue recibido apoteósicamente en cada ciudad a donde llegó”.

Esa película se rescató del Archivo Toscano, gracias a que dos investigadores rastrearon en ese compendio fílmico todas las imágenes que alguna vez estuvieron integradas y que después fueron utilizadas para otras películas. “Ese proyecto es de suma importancia porque muestra cómo esos pioneros del cine mexicano veían con simpatía a Madero en ese momento y es un ejemplo de cómo el cine es un testimonio de la Revolución Mexicana y de los contenidos ideológicos que chocaban al interior de ésta”.

El otro filme del que Eduardo de la Vega Alfaro habla es Telegrama desde México, rodado en Holanda en 1914, en el que se
muestran los intereses que tenía esa nación europea en México. “Lo curioso es que la película se hizo en un bosque de los Países Bajos y el director interpretó los sucesos de la Revolución como él creía que eran; nunca estuvo en tierras mexicanas y se basó en los periódicos para plasmar sus ideas”.

El investigador autor de investigaciones como Las coproducciones en el cine mexicano y Perspectivas de la investigación sobre el cine en México destaca que Telegrama desde México es una cinta que encontró la investigadora capitalina Itzia Escareño en los archivos cinematográficos europeos mientras hacía su tesis sobre la visión cinematográfica primigenia europea sobre la cultura mexicana y de la cual ya se cuenta con una copia en el país. “Hace poco llegó a México y es prácticamente desconocida, aunque ya se ha proyectado en diferentes países como Alemania, Francia y Austria”.

Contrastes ideológicos

Eduardo de la Vega Alfaro explica que la mirada que el cine estadounidense estableció sobre la Revolución Mexicana era prejuiciada y racista. “Para los estadounidenses, fue una especie de barbarie que había que someter. Y el esquema típico del cine estadounidense que abordaba el tema presentaba al cowboy guapo norteamericano que llegaba a la frontera a apaciguar a los mexicanos porque atentaban contra la paz y ponían en peligro la estabilidad de su nación”.

De la Vega Alfaro dice que en el cine soviético fue todo lo contrario, especialmente en el caso de los filmes de Sergei Eisenstein, quien rodó ¡Que viva México! después de haber fracasado en su idea de filmar en Hollywood una crítica contra el modo de vida estadounidense. “Lo que pretendió con su proyecto fue exportar al mundo su visión del país que era radicalmente diferente a la de los estadounidenses, la gran lástima es que para ello aprovecharía su prestigio como el mejor cineasta del mundo en su época”.
Por último, el investigador lamenta que el filme no se haya concretado en su momento porque representaba la síntesis de las dos vanguardias artísticas más importantes que hubo en el mundo en ese momento. “El cine mexicano y el soviético eran las vanguardias más importantes de su época porque eran producto de revoluciones que habían derrocado viejos sistemas y arcaicos sistemas de gobierno para plantear nuevas sociedades, una socialista y la otra liberal”.

''Desafortunadamente a la Revolución Mexicana se le ha despojado del contenido ideológico profundo que tuvo en sus orígenes''
Eduardo de la Vega Alfaro, experto en cine mexicano
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