Cultura
La OFCM ofreció un magno concierto con obras de Manuel M. Ponce
El recital contó con obras de Manuel M. Ponce, Robert Schumann y Nikolai Rimski-Korsakov, en la Sala Silvestre Revueltas
Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, con el director huésped y pianista Howard Shelley, ofreció un magno concierto con obras de Manuel M. Ponce, Robert Schumann y Nikolai Rimski-Korsakov, en la Sala Silvestre Revueltas.
La Sala del Centro Cultural Ollin Yoliztli fue el escenario del concierto, que cautivó al público, por la magistral ejecución de la agrupación y de la magnífica participación del propio director como pianista, en la obra de Schumann.
La agrupación, bajo la batuta de Shelley, inició con la ejecución de la obra Poema elegiaco, de Manuel M. Ponce, pieza que fue compuesta para orquesta, en memoria del periodista y poeta Luis G. Urbina, quien falleció en 1934.
Es una obra con tintes románticos, que al ser interpretada por los músicos de dicha orquesta, se plasmaron las cualidades románticas de los poemas de Urbina y que fue muy ovacionada por los asistentes.
La agrupación siguió con un concierto para piano y orquesta en la menor, Op. 54, de Schumann, de la cual se desprenden los movimientos Allegro affettuoso, Itermezzo: Andantino Grazioso y Allegro vivace. En esas piezas, Shelley dirigió a la orquesta desde el piano.
Para cerrar el magno concierto, la agrupación ejecutó la obra Sheherazada, Op., de la cual se desprenden las piezas El mar y el barco de simbad, La historia del príncipe Kalandarâ, El joven príncipe y la joven princesa, Fiesta en Bagdad y El naufragio. Final, de Rimski-Korsakov.
Obras que recuerdan el cuento infantil Las mil y una noches, que tiene como protagonista a la bella Sheherazada, y que en el plano musical posee una riqueza orquestal.
La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México fue despedida con fuertes ovaciones al término del concierto que ofreció en su temporada 2010, Programa 3.
La agrupación, con 31 años de actividades ininterrumpidas, es considerada como una de las agrupaciones más importantes del país y de América Latina.
Desde 1978 ha presentado más de tres mil conciertos en las principales salas del país, así como en diversos foros de Estados Unidos, Europa, Sudamérica y el Lejano Oriente, convirtiéndose de esa manera en la orquesta más grabada en la historia de la música mexicana, por sus más de 100 producciones discográficas.
Howard Shelley, después de hacerse acreedor al premio más importante en el Royal College of Music, a fines de su primer año de estudios, comenzó su carrera con un recital en Londres y un concierto televisado con la Orquesta Sinfónica de Londres, bajo la batuta de Michael Tilson-Thomas.
CIUDAD DE MÉXICO.- La
La Sala del Centro Cultural Ollin Yoliztli fue el escenario del concierto, que cautivó al público, por la magistral ejecución de la agrupación y de la magnífica participación del propio director como pianista, en la obra de Schumann.
La agrupación, bajo la batuta de Shelley, inició con la ejecución de la obra Poema elegiaco, de Manuel M. Ponce, pieza que fue compuesta para orquesta, en memoria del periodista y poeta Luis G. Urbina, quien falleció en 1934.
Es una obra con tintes románticos, que al ser interpretada por los músicos de dicha orquesta, se plasmaron las cualidades románticas de los poemas de Urbina y que fue muy ovacionada por los asistentes.
La agrupación siguió con un concierto para piano y orquesta en la menor, Op. 54, de Schumann, de la cual se desprenden los movimientos Allegro affettuoso, Itermezzo: Andantino Grazioso y Allegro vivace. En esas piezas, Shelley dirigió a la orquesta desde el piano.
Para cerrar el magno concierto, la agrupación ejecutó la obra Sheherazada, Op., de la cual se desprenden las piezas El mar y el barco de simbad, La historia del príncipe Kalandarâ, El joven príncipe y la joven princesa, Fiesta en Bagdad y El naufragio. Final, de Rimski-Korsakov.
Obras que recuerdan el cuento infantil Las mil y una noches, que tiene como protagonista a la bella Sheherazada, y que en el plano musical posee una riqueza orquestal.
La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México fue despedida con fuertes ovaciones al término del concierto que ofreció en su temporada 2010, Programa 3.
La agrupación, con 31 años de actividades ininterrumpidas, es considerada como una de las agrupaciones más importantes del país y de América Latina.
Desde 1978 ha presentado más de tres mil conciertos en las principales salas del país, así como en diversos foros de Estados Unidos, Europa, Sudamérica y el Lejano Oriente, convirtiéndose de esa manera en la orquesta más grabada en la historia de la música mexicana, por sus más de 100 producciones discográficas.
Howard Shelley, después de hacerse acreedor al premio más importante en el Royal College of Music, a fines de su primer año de estudios, comenzó su carrera con un recital en Londres y un concierto televisado con la Orquesta Sinfónica de Londres, bajo la batuta de Michael Tilson-Thomas.
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