Cultura
La National Portait Gallery recuerda los 50 años del escándalo Profumo
Entre las obras figura un grabado de la icónica foto que Lewis Morley hizo de Keeler desnuda sentada en una silla
La galería, contigua a la National Gallery, ha querido conmemorar este año el cincuenta aniversario del escándalo mostrando grabados, retratos y fotografías del propio Profumo y de Christine Keeler, la prostituta con la que tuvo una relación extramarital.
El conservador Profumo dimitió en junio de 1963 después de que el caso fuera aireado por la prensa al descubrirse que Keeler también tenía una relación con el agregado naval soviético Eugene Ivanov.
El caso provocó una gran controversia en momentos en que Occidente se enfrentaba a una guerra fría con la entonces Unión Soviética y había actividades de espionaje en el Reino Unido.
Entre las obras que se podrán ver hasta el próximo 15 de septiembre figura un grabado de la icónica foto que Lewis Morley hizo de Keeler desnuda sentada en una silla, además de imágenes de los protagonistas del escándalo que salieron publicadas en su día en las revistas y los periódicos.
Titulado "Escándalo del 63: el cincuenta aniversario del asunto Profumo", la muestra también destaca unos cuadros de Profumo; del amigo de Keeler, el artista Stephen Ward, y del examante de esta, Johnny Edgecombe.
Aparecen además unas instantáneas de las amigas de Keeler, Mandy Rice-Davis y Paula Hamilton-Marhsall, que contaron la historia a la prensa.
También se pueden ver unas fotos de Christine Keeler tomadas por Tom Blau para publicitar el filme "The Keeler Affair", prohibido en el Reino Unido pero que fue muy popular en Dinamarca y Estados Unidos.
La comisaria de fotografías de la National Portrait Gallery, Clare Freestone, calificó hoy de "fascinante" investigar el caso y los recortes de prensa, "que han ilustrado la importante labor de los medios de comunicación para desentrañar el escándalo".
En plena guerra fría y meses después de la crisis de los misiles entre Estados Unidos y Cuba (1962), Profumo se vio obligado a dimitir por haber engañado al Parlamento.
El que fuera ministro de la Guerra del Reino Unido, cargo que años después pasó a ser de Defensa, había negado en la Cámara de los Comunes que fuese "incorrecta" su relación con Keeler.
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