Cultura

La FIL guarda silencio para escuchar la poesía de Raúl Zurita

Entre los poemas hubo uno dedicado al director de cine Akira Kurosawa y otro a Beethoven

GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2012).- El Salón de la Poesía de Expo Guadalajara guardó silencio para escuchar los poemas de Raúl Zurita, quien a las 18:00 horas ofreció en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) un menú literario que duró más de 30 minutos. No intentó explicar ni proteger los poemas, pues como le dijo un amigo, "la poesía se defiende sola o nadie la puede defender".

Acompañado del escritor colombiano Darío Jaramillo, leyó con voz firme mientras levantaba las cejas y un legajo de hojas viejas tamaño carta le temblaba entre las manos. En todo momento los presentes en la silenciosa sala se mantuvieron absortos ante la voz del andino.

Entre los poemas que ofreció el escritor nacido en 1950, destacó uno plagado de chilenismos y que el poeta que leyó con ritmo rápido. Al final del encuentro, cuando ya en las afueras una  fila esperaba para tomar el salón, una de las presentes le pidió repetirlo. Además, entre los poemas hubo uno dedicado al director de cine Akira Kurosawa y otro a Beethoven.

En su oportunidad, Darío Jaramillo dijo que la vida de Zurita es muy "biografiable", pues los sucesos que ha vivido están por fuera de lo común. Desde joven perteneció al partido comunista. Fue detenido y torturado por la dictadura militar de Pinochet. Luego de que el país vivió en democracia se alejó del comunismo y experimentó el arte.

El colombiano citó a Wikipedia y dijo que Zurita realizó varias acciones utilizando su cuerpo como medio de expresión, algunas de las cuales llegaban a la autolesión y la automutilación. Se arrojó amoniaco a los ojos y quemó su mejilla con un fierro ardiente.

Agregó que en los años ochenta nació el libro Anteparaíso, que es un acto a la maravilla de estar vivo y ver a pesar de todo. Recordó cuando, en una entrevista realizada en 2000, el chileno recordó que luego de sufrir una humillación se acordó de Jesús, quien decía que había que poner la otra mejilla. Al ser un poeta de 23 años que no había sido publicado, se marcó la cara.

Jaramillo destacó Anteparaíso y Purgatorio (1979), "dos libros que leídos en perspectiva, significan hitos de la poesía chilena. Los títulos de estos dos libros indican la relación intima que ha tenido Zurita con La Divina Comedia, una relación que existe desde su infancia".

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI
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