Cultura
LA BNAH alberga exposición ''Un paseo por los códices''
Entre las maquetas que conforman la muestra destacan la Lámina 2 del Códice Xólotl, la Lámina 2 del Códice Quinatzin y la foja 25 del Mapa de Huexapan
La muestra es resultado de un curso impartido en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), donde los estudiantes crearon estos modelos a escala, los cuales se podrán apreciar hasta el 28 de febrero en las instalaciones de la biblioteca.
Entre las maquetas que conforman la muestra destacan la Lámina 2 del Códice Xólotl, la Lámina 2 del Códice Quinatzin y la foja 25 del Mapa de Huexapan, refirió en un comunicado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Este trabajo permite tener idea de la dimensión de los elementos pictóricos que fueron plasmados por los tlacuilos sobre piel de venado, papel amate, lienzo de algodón o papel de maguey, y ya con la evangelización, en nuevos soportes como papel europeo, tela de lino y pergamino.
De acuerdo con el instituto, en México, los especialistas en códices no sobrepasan la veintena, un número bajo si se toma en cuenta que sólo en la BNAH se resguarda poco más de un centenar de estos documentos de origen colonial, y el único prehispánico en el país, el Colombino.
Por ello, destacó el organismo, es importante formar especialistas para su análisis e interpretación y en ese sentido, desde hace 10 años, la ENAH imparte cursos para acercar a los estudiantes de Etnohistoria al sistema de escritura plasmado en los códices, mediante el conocimiento de aspectos como la proporción, la dirección, el tamaño, la orientación, el color y el manejo del espacio.
A decir de la doctora Luz María Mohar Betancourt, quien imparte los cursos de Fuentes I y II en la ENAH, el objetivo es acercar a los alumnos a estas fuentes de primera mano, en términos de formato y contenidos, para que conozcan su diversidad y evolución a través del tiempo, desde el mundo mesoamericano hasta la Colonia.
Además, se invita a especialistas como Maricela Ayala y Eréndira Camarena, quienes se han enfocado al estudio de los códices mayas y mixtecos, respectivamente, para introducir a los jóvenes en la lógica interna de estos antiguos documentos.
Mohar Betancourt, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), destacó que se trata de un sistema de escritura que no tiene parangón entre otras civilizaciones precolombinas, "únicamente se dio en Mesoamérica"; y no obstante que su escritura se dio en los primeros siglos de la Colonia, la narración de algunos de ellos puede remontarse hasta el siglo XI d.C.
Además, los alumnos inscritos en el curso tuvieron la oportunidad de visitar la Bóveda de Códices de la BNAH, un espacio en el que nadie puede permanecer más de 15 minutos, pues se alterarían las condiciones climáticas que requiere su preservación.
Esta actividad representó para los jóvenes una muestra de la sabiduría y la técnica de los antiguos tlacuilos, que a siglos de distancia permite ver estas pictografías en nítidos colores.
Esta bóveda, que cuenta además con 150 copias antiguas, se halla inscrita desde hace 14 años en el Registro de Memoria del Mundo de la UNESCO, y cinco de los códices (Colombino, Huamantla, Chavero, Matrícula de Tributos y Mapa de Sigüenza) pueden consultarse en Internet en las bibliotecas Digital Mundial y Digital Mexicana, señaló Julieta Gil Elorduy, directora de la BNAH.
La estudiante del sexto semestre en Etnohistoria, Paulina Salvador Meza, mencionó que para elaborar la imagen de la Lámina 2 del Códice Quinatzin requirió comprender la simetría que guardaban los elementos arquitectónicos dispuestos en el documento, en correspondencia con la importancia de los personajes.
El documento representa el Palacio de Nezahualcóyotl, y la habitación más grande es aquella donde se encuentra el soberano de Texcoco con su hijo Nezahualpilli.
En este caso, indicó, "podemos tener una idea de cómo era este tipo de construcción palaciega del Posclásico (1200-1521), la disposición de los aposentos y su función, por ejemplo, había uno destinado a guardar el tributo proveniente de distintos lugares, otro más era para los músicos que tocaban el huéhuetl (tambor vertical) y otros instrumentos. Este conocimiento únicamente permanece en los códices, y son datos que complementan lo que sabemos por la arqueología".
Autor de la maqueta basada en la foja 25 del Mapa de Huexapan (Hueyapan, Morelos), Luis Enrique Guerrero explicó que a partir de este trabajo se puede entender otro de los aspectos que quedaban asentados en los códices coloniales: los límites de las tierras a fin de resolver litigios entre comunidades.
En este pergamino, agregó, se establecen los límites de poblaciones morelenses, como Hueyapan, Tetela del Volcán y otras ubicadas en las faldas del Popocatépetl y hasta la fecha estos documentos pictográficos tienen validez legal.
Asimismo, el INAH lanzó la Serie Códices de México, en formato de disco compacto, para poner al alcance del público los documentos que resguarda la BNAH.
Como parte de esta colección figuran los códices Huamantla, Colombino, Huichapan, Matrícula de Tributos, Tlatelolco, Badiano, Chavero y Mapa de Sigüenza; el García Granados, con un ensayo del doctor Xavier Noguez, será el siguiente en sumarse a este proyecto.
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