Cultura
Juegos y alimentos olmecas siguen vigentes al paso de la historia
Las tradiciones y costumbres de la cultura se mantienen presentes en todas las clases sociales
Olmecas, que siguen vigentes al paso de la historia en algunos estados del país.
En entrevista, la antropóloga Iraís Piñón Flores comentó que gracias a los alimentos que desarrollaron los olmecas se declaró Patrimonio de la Humanidad a la cocina mexicana por su complejo alimenticio de miles de años.
Indicó que alimentos como el maíz, frijol y chile se mantienen presentes en todas las clases sociales, tal como es el caso del maíz, del cual se puede elaborar una tostadita gourmet o tostadas con frijoles, salsa o chile.
Los olmecas descubrieron el maíz y lo domesticaron, así como el frijol y el chile, creando una base alimentaria que después de eso dieron lugar a la milpa donde sumaron quelites, jitomates y más tarde aparecieron otros alimentos, animales y roedores, anotó.
Declaró que los deportes de los olmecas que se juegan en la actualidad es "el juego de pelota". Existe versión maya y sinaloense; se juega en Veracruz, Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Oaxaca en incluso en la Ciudad de México.
La especialista mencionó que el milenario juego de pelota de origen prehispánico en algunos lugares es un puente que une el pasado con el presente de México.
Cambian los nombres, dependiendo del lugar es llamado la pelota mixteca que juegan en México, la pelota tarasca que se juega en Michoacán y Guerrero y el ulama que se juega en Sinaloa, estableció.
Piñón Flores, es antropóloga e historiadora. Tiene Licenciatura en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Licenciatura en Antropología la Escuela Nacional de Antropología y Maestría en antropología en la Universidad Iberoamericana.
Ha sido académica en la escuela de Antropología de la Universidad Iberoamericana de México, en el Campus Noroeste Tijuana.
En las escuelas de comunicación, comercio exterior y aduana, en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), se ha desempeñado como catedrática en humanidades, turismo y economía.
También fue investigadora de tiempo completo en el Centro de Investigaciones Sociales y Antropología en la ciudad de México, Jefa de la Unidad Regional de Culturas Populares en Baja California.
Además, coordinadora del programa de Asuntos Indígenas de los Derechos Humanos de Baja California y es Encargada del Programa Pueblos y Culturas indígenas del Centro Cultural Tijuana (Cecut).
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA (05/FEB/2016).-Con el paso de los años las tradiciones y costumbres de los pueblos se van perdiendo poco a poco, pero esto no ha ocurrido con juegos y alimentos de los
En entrevista, la antropóloga Iraís Piñón Flores comentó que gracias a los alimentos que desarrollaron los olmecas se declaró Patrimonio de la Humanidad a la cocina mexicana por su complejo alimenticio de miles de años.
Indicó que alimentos como el maíz, frijol y chile se mantienen presentes en todas las clases sociales, tal como es el caso del maíz, del cual se puede elaborar una tostadita gourmet o tostadas con frijoles, salsa o chile.
Los olmecas descubrieron el maíz y lo domesticaron, así como el frijol y el chile, creando una base alimentaria que después de eso dieron lugar a la milpa donde sumaron quelites, jitomates y más tarde aparecieron otros alimentos, animales y roedores, anotó.
Declaró que los deportes de los olmecas que se juegan en la actualidad es "el juego de pelota". Existe versión maya y sinaloense; se juega en Veracruz, Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Oaxaca en incluso en la Ciudad de México.
La especialista mencionó que el milenario juego de pelota de origen prehispánico en algunos lugares es un puente que une el pasado con el presente de México.
Cambian los nombres, dependiendo del lugar es llamado la pelota mixteca que juegan en México, la pelota tarasca que se juega en Michoacán y Guerrero y el ulama que se juega en Sinaloa, estableció.
Piñón Flores, es antropóloga e historiadora. Tiene Licenciatura en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Licenciatura en Antropología la Escuela Nacional de Antropología y Maestría en antropología en la Universidad Iberoamericana.
Ha sido académica en la escuela de Antropología de la Universidad Iberoamericana de México, en el Campus Noroeste Tijuana.
En las escuelas de comunicación, comercio exterior y aduana, en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), se ha desempeñado como catedrática en humanidades, turismo y economía.
También fue investigadora de tiempo completo en el Centro de Investigaciones Sociales y Antropología en la ciudad de México, Jefa de la Unidad Regional de Culturas Populares en Baja California.
Además, coordinadora del programa de Asuntos Indígenas de los Derechos Humanos de Baja California y es Encargada del Programa Pueblos y Culturas indígenas del Centro Cultural Tijuana (Cecut).
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