Cultura
Juan Villoro 'los chilenos han aprendido de la tierra'
El escritor mexicano mencionó que la naturaleza ha dado una gran lección a la humanidad en una era donde se demerita su fuerza
"Pensamos que podemos superar (a la naturaleza) con más tecnología, más sistemas de computación, y de pronto un volcán estalla, la tierra se abre, y todo cambia. Y las respuestas tienen que ser naturales y debemos replantearnos hasta dónde somos dueños de nuestro destino", señaló Villoro en una entrevista.
Villoro acaba de presentar en México su nueva obra, "8.8: el miedo en el espejo" (Almadía, 2010), un relato centrado en sus vivencias durante el terremoto que la madrugada del pasado 27 de febrero asoló Chile, con más de 500 muertos y severos daños materiales.
El escritor y periodista estaba en el hotel San Francisco de la capital chilena cuando la tierra se movió aquel día y ha convertido en libro aquella experiencia.
Para Villoro, tanto la respuesta al terremoto como el rescate de los 33 mineros atrapados en el desierto de Atacama durante 70 días muestran que Chile "ha sabido entender lo más importante: las lecciones que da la tierra".
"Esta lección (...) nos acerca a la tierra y por eso nada me parece tan importante como el regalo que Mario Sepúlveda, un minero chileno, llevó a la superficie al ser rescatado, que fueron piedras para toda la gente. No hay nada más valioso que una piedra", declaró hoy por teléfono.
En ambos casos los chilenos dejaron "dos pruebas de entereza muy notable": en Concepción, la ciudad más próxima al epicentro del terremoto, "con las labores de rescate, la solidaridad entre la gente, la tranquilidad y el orden" con que se reaccionó.
"En el caso de los mineros se trata de un rescate espectacular, con una voluntad política muy cerca de la gente, muy en el lugar de los hechos, y esto es muy significativo", indicó.
"Chile es un país de resistencia y ha demostrado que se puede vivir en una franja angosta, sumamente convulsa, y que se pueden encontrar respuestas solidarias. Creo que esto Chile lo ha dado siempre", añadió.
Ese comportamiento, según Villoro, contrasta con la respuesta que hubo en México al accidente ocurrido en la mina de carbón de Pasta de Conchos en febrero de 2006.
En aquel caso todos los mineros mexicanos murieron pero sólo dos de los cadáveres fueron recuperados de la mina.
"El ciudadano mexicano, en general, es alguien que se las tiene que arreglar solo. Y esto es más trágico (...) cuando se trata de 65 mineros que no tuvieron un gobierno que los respaldara", agregó.
"Ahí es donde están las asignaturas pendientes y la falta de liderazgo que tenemos en México", añadió Villoro.
Para el autor mexicano, el Chile actual se ha consolidado como "un modelo para América Latina", para "el mundo en general", y se proyecta como "un país con crecimiento con una capacidad de llevar a cabo una vida cívica envidiable para nosotros".
Su simpatía por Chile permea un libro que encierra la angustia por lo vivido pero que a la vez refleja un humor e ironía desbordantes.
"Yo creo que no puedes resistir sin humor porque el humor, entre otras cosas, es una forma de protección. Nos protegemos de la muerte en los velorios contando chistes, inventamos apodos en circunstancias trágicas para hacerlas llevaderas y no es casual que en estas circunstancias del terremoto aflorara el ingenio de muchos compañeros", concluye.
Villoro, nacido en Ciudad de México en 1956, obtuvo en 2004 el Premio Herralde con su novela El testigo. ES autor de novelas, como Llamadas de Amsterdam, cuentos como Los culpables y libros infantiles como El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica, entre otras obras.
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